Granadas disparadas desde el campo de tiro de Hoyo de Manzanares siembran el pánico en Moralzarzal
Unas doce granadas dispairadas desde el campo de tiro de Hoyo de Manzanares ayer, por la mañana, fueron a caer sobre el casco urbano del cercano pueblo de Moralzarzal, causando una gran alarma entre sus habitantes. Las granadas, lastradas, sin carga explosiva ni espoleta, no hicieron explosión, pero sí causaron graves daños en varias viviendas. Los vecinos de¡ pueblo aseguraron que no es esta la primera vez que se produce un bombardeo de este tipo, si bien fuentes militares restaron importancia al hecho y afirmaron que la reparación de los daños -valorados en principio en unos tres millones de pesetas-, será asumida por el Ministerio de Defensa.
Entre las 11.00 y 11.30 horas se empezaron a oír en el pueblo los silbidos típico, de un bombardeo y, poco después, una señora con un niño en brazos, llorando, se presentó en el Ayuntamiento para decir que estaban cayendo cañonazos por todo el contorno. El alcalde, al oír a su vecina, salió a la cllle en compañía de aIgunos concejales y se dio cuenta de la situación. Rápidamente llamó al regimiento de Hoyo de Manzanares para pedir el cese inmediato de las pruebas que se estuviesen realizando. «Como no me cogían el teléforno», señaló a EL PAIS el alcalcle, Jesús González, «llamé al Gobernador civil, pero tampoco pude establecer contacto con él. Por fin, cerca de las doce de la mañana logré hablar con el cuartel de Hoyo, y el comandante ordenó que se paralizasen las pruebas, que se suspendiese el fuego».Jesús González consiguió hablar posteriormente con el gobernador, Mariano Nicolás, y le puso al corriente de la situación, al tiempo que le señaló que esta no era la primera vez que ocurría y que había estado a punto de producirse una catástrofe, si las granadas hubiesen hecho explosión. El gobernador inició las gestiones para paralizar el tiro y habló con la Guardia Civil de Cerceda, que es la que tiene jurisdicción sobre Moralzarzal.
Piden la desaparición del campo de tiro
Mientras tanto, los vecinos se fueron concentrando ante el Ayuntamiento para tener noticias de lo que estaba ocurriendo y pedían que se cerrase el campo de tiro. Según manifestó el alcalde a este periódico, « bombardeos de este estilo se han producido en cuatro o cinco ocasiones en los últimos años. En uno de ellos estuvo a punto de ser alcanzada la escuela. En 1976, uno de estos proyectiles alcanzó a una señora y estuvo bastante tiempo hospitalizada», señaló. Por la noche se celebró una reunión de la comisión municipal permanente y éste fue el tema principal. «Creo que convocaremos un pleno extraordinario para denunciar hechos como este y pedir que desaparezca el campo de tiro de Hoyos de Manzanares».
Fuentes militares consultadas por EL PAIS han señalado que no se realizan maniobras en la zona y que se trata de proyectiles procedentes de la realización de pruebas de material. Los materiales caídos en el pueblo, indicaron las mismas fuentes, son granadas lastradas sin carga explosiva ni espoleta y las pruebas llevadas a cabo son de estudio de proyección de cargas.
Al menos tres viviendas resultaron afectadas por el bombardeo, y aunque el número de proyectiles recogidos no fue precisado en la tarde de ayer, algunas versiones daban cifras de más de veinte. En una de las viviendas, la granada penetró por el techo del garaje, se introdujo en la cocina y finalmente salió al jardín. A su paso destruyó gran parte de la cocina y rompió los cristales del invernadero. Afortunadamente, en ella no se encontraba persona alguna. En otra vivienda, perteneciente a una nueva urbanización y actualmente en venta, la granada hizo blanco en el balcón y rebotó hacia fuera, agujereando la terraza del piso superior, donde había una bombona de butano que no fue alcanzada. En la vivienda afectada, un primer piso, los ladrillos salieron despedidos hacia el interior y destrozaron algún electrodoméstico. Finalmente, otra granada cayó en la carretera y, al rebotar, se introdujo por la ventana de otra vivienda, causando numerosos daños en varias habitaciones. Se sabe que otros proyectiles se dispersaron por distintas zonas. Moralzarzal, con una población cercana a los 1.500 habitantes, pertenece al partido judicial de Colmenar Viejo y se encuentra a unos ocho kilómetros de Hoyo de Manzanares, a través de la sierra del mismo nombre. Las fuentes militares informantes señalaron que siempre en estos casos se indemniza a los damnificados.
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