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Kocsis murió el domingo, al caer desde la ventana de un cuarto piso

Sandor Kocsis, el ex jugador húngaro que defendió durante varias temporadas la camiseta del Barcelona y que residía en la Ciudad Condal desde que se retiró del fútbol activo, murió el domingo, al caer desde la ventana de su habitación, en la clínica Quirón, donde se encontraba internado. Kocsis ingresó en dicha clínica barcelonesa hace una semana, aquejado de fuertes dolores en el estómago, producidos, al parecer, por una enfermedad incurable.

Aunque se desconocían con exactitud todos los detalles relativos a su muerte, ya que en el momento de caer por la ventana se encontraba solo en su habitación de la cuarta planta, se ha especulado con la posibilidad de un suicidio, dato a tener en cuenta, dadas las particulares y graves circunstancias de su enfermedad. Kocsis sufrió hace unos cuatro años una operación quirúrgica y en Hungría le habían confirmado los pronósticos negativos relativos a su enfermedad que le habían señalado los especialistas españoles.Kocsis tenía 49 años. Hijo de un carpintero de Budapest, de pequeño fue a una escuela cercana al estadio del Ferencvaros, equipo del que era hincha porque allí jugaba su ídolo, Sarossi, para muchos el mejor futbolista húngaro de todos los tiempos. Su padre, que jugó de defensa central en un equipo húngaro, el Ekszeresz, y que dejó de jugar a causa de una herida en la pierna que recibió en la primera guerra mundial, le inculcó pronto su afición por el fútbol. A los dieciséis años jugaba ya en el Ferencvaros, donde fue campeón más tarde y alcanzó la internacionalidad. A los veinte, al incorporarse al servicio militar, fue obligado a fichar por el Honved, el equipo del ejército. Allí estuvo seis años y fue cinco veces campeón de Hungría, diez veces internacional «B» y 68 «A». Integró una de las más famosas delanteras de todos los tiempos: Budai, Kocsis, Higdekutti, Puskas y Czibor. En el Mundial de 1954 marcó once tantos. Sólo le superó el francés Fontaine, con trece.

Tras los sucesos de Hungría en el año 1956, Kocsis, que estaba de gira europea con el Honved, ya no regresó a su país. Junto con sus compañeros de equipo estuvo jugando un año partidos por todo el mundo y en 1957 fichó por el equipo suizo Young Fellows, hasta que un año después se resolvió su situación legal ante la FIFA y pudo firmar -el 30 de junio- por el Barcelona. Allí actuó junto con dos compatriotas -Kubala y Czibor-, y logró dos títulos de Liga , dos Copas de España, una de Ferias, además de jugar una final de la Copa de Europa. Sus virtudes futbolísticas fueron la facilidad de remate, especialmente con la cabeza, y su valentía en el área.

«Desde la operación quirúrgica que sufrió Kocsis, hace unos cuatro años», dijo ayer Czibor, «he seguido más unido aún si cabe a su familia. Ultimamente supe por su mujer que habían estado en Hungría, donde por cierto fue muy bien atendido por los especialistas de nuestra patria, y fatalmente no pudieron hacer otra cosa que confirmar el pronóstico de la enfermedad que le aquejaba, y recomendarle que regresara a Barcelona, donde había pasado la mayor parte de su vida, para que en ella terminara sus días».

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