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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Aritmética electoral catalana

Diputado de Convergencia i UnióLa aritmética electoral no lo es todo. Pero sin que cuadre la aritmética electoral, en política, no se puede hacer nada. Por eso tengo un cierto empeño en presentar algunas cifras, que, si bien permiten distintas interpretaciones, dejan por lo menos dos cosas fuera de duda: la coalición Convergència i Unió está firmemente asentada sobre una base electoral sólida y en expansión y el PSUC es en estos momentos la fuerza ascendente en Cataluña. Es posible que esto sea más sabido en Barcelona que en Madrid. Pero en ambos casos me parece conveniente insistir sobre unos datos que son aleccionadores.

En las tres elecciones celebradas hasta ahora: 15 de junio de 1977, 1 de marzo de 1979 y 3 de abril de 1979 han ocurrido tres cosas significativas en Cataluña: Convergència i Unió no sólo ha mantenido posiciones, sino que las ha mejorado. UCD ha perdido mucha fuerza en las elecciones municipales y, en cambio, CiU la ha ganado. El PSC-PSOE sigue siendo la fuerza más importante de Cataluña, pero ha perdido empuje frente al PSUC-PCE. A tal extremo, que si la alianza PSC-PSOE y PSUC-PCE sigue teniendo para el primero el carácter absolutamente preferente que tiene ahora, no es exagerado afirmar que Cataluña está políticamente en manos de los comunistas.

Hace poco, un articulista hacía notar en El Correo Catalán del 11 de mayo pasado que las setenta ciudades más importantes de Cataluña, incluidas, desde luego, Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona, estaban bajo el control en solitario de la coalición de los socialistas y de los comunistas catalanes. Dado el peso específico abrumador de los comunistas en el cinturón de Barcelona, su estrecha vinculación con CCOO, sindicato claramente dominante en el principado, dada también su mayor disciplina y organización, me parece claro que el socio activo de la coalición socialista-comunista es la segunda parte del binomio. Si tenemos presente que esta alianza llega a Cataluña de forma derivada, después de su firma en Madrid por parte del PSOE y del PCE, y en vista también de las dificultades que encuentra en el seno de su partido el ala moderada del socialismo español después de su XXVIII Congreso, el predominio de los comunistas en Cataluña me parece incontestable.

En las poblaciones catalanas en que PSC y PSUC se enfrentaron directamente en las elecciones del 1 de marzo, los socialistas les sacaron 288.845 votos de ventaja a los comunistas; pero en las elecciones municipales del 3 de abril esta ventaja quedó reducida aproximadamente a la mitad; o sea, más concretamente, a 145.536 votos.

Por su lado, en el mismo planteamiento entre CiU y UCD, el 1 de marzo arrojaba una ventaja a favor de este último partido de 74.156 votos. En cambio, el 3 de abril se volvían las tornas y CiU le sacaba a UCD una ventaja de 78.877 votos. Se dirá que estos son los efectos de un planteamiento local que no decide el modelo de sociedad. La cuestión está en saber si el electorado catalán mantendrá este enfoque cuando llegue el momento de votar para el Parlamento de Cataluña.

Claramente, CiU mantiene y mejora resultados prácticamente en todas las elecciones. Los comunistas, con dientes de sierra en la curva, se afirman. Los socialistas se mantienen, pero tienden a perder posiciones hacia el final. UCD, también con dientes de sierra, se debilita. La diferencia entre los comunistas y los centristas es que éstos ganan en las generales y pierden en las locales, y a los comunistas les ocurre exactamente lo contrario.

De todas formas, una cosa son los electores y otra los elegidos. Los cuadros siguientes informarán de lo ocurrido en las elecciones locales del 3 de abril desde el punto de vista de los elegidos.

A esto hay que añadir que el número de concejales elegido por Convergència i Unió es, con mucho, el grupo más grande entre los que corresponden a los primeros cinco partidos catalanes:

CiU …………………... 1.935

PSC-PSOE …………. 928

UCD …………………. 1.302

PSUC ……………….. 531

ERC …………………. 207

Digamos, por fin, que CiU se ha llevado la presidencia de las diputaciones de Gerona y Tarragona. Creo que los datos consignados son harto significativos. CiU es una fuerza en auge, pero que ya hoy tiene demasiado peso para ser ignorada. PSC es el primer partido catalán, pero con ciertos signos de inestabilidad. El PSUC es el auténtico peligro a medio plazo, y UCD da claros signos de ir a la baja. Todo esto puede cambiar en el futuro. Pero, hoy por hoy, en Cataluña el juego se reparte tal como lo he resumido.

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