_
_
_
_
_
Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Maldición, estamos rodeados

Rin, rin, me llama Mendoza, maldición, estamos rodeados, no empieces, tío, que sí, la Trilateral, aaagggh, lee mi libro, ya lo he leído, muy bueno lo tuyo, te sigo/ te sigo, la Tri, bouommm!, la burbuja de Harrísburg, gluagh, gluagh, gluagh, don Juan de la Cierva que huye en autogiro (tratratratrá) con toda la pasta, y Alvarez/Alvarez que nos avisa con buenas palabras a ver si Tierno va a hacer un Kremlin de la Casa de la Villa.He ido en taxi (cierre la puerta despacio, gracias, se ruega no fumar, papá no corras) hasta la Plaza de La Villa. Todavía no han puesto los cebollones bizantinos tipo Moscowa (que es como decían Moscú en las novelas de Paul Morand), pero parece que Tierno se los ha encargado ya, de cartón, a un fallero valenciá.

Catacrock, splasssh, zouoummm. Los rojos en la Diputación, los rojos en el Ayuntamiento, los rojos en la cárcel (que los Lerdos se van por su pie), Felipe vendido a la Tri, Carrillo vendido a la Tri, Abril vendido a la Tri.

¿Y Suárez? -salta el parado.

Toc, toc/toc, toc/toc, toc. Un golpeteo tranquilo de raquetas es lo único que se escucha en la Moncloa. Bajo las onomatopeyas plurales y encontradas del gran comic nuclear, el pespunteado sordo y elegante de la pelota, yendo y viniendo en la cancha de la Moncloa. El presidente juega al tenis (toc, toc/toc, toc) con Olof el bueno.

Olof el bueno se trajo a Madrid una raqueta, así cómo Olof el malo se traía una hucha. A Ihuchazos no hubieran podídojugar al tenis. ¿Es al latido de la pelota en las raquetas o es el pensamiento que late en las sienes de Suárez?

Toc, toc. Toc, toc. ¿Qué piensa el presidente de lo que está pasando? ¿Por qué no le manda, ya a Altabella, que es una mano inocente, sacar del bombo electrónico la lotería de los cargos? Al fondo de una perspectiva de Máximo/Chirico se oye la voz viril y orfeónica de los camisas viejas del ucedismo:

-¡Adolfo, que estarnos descolgados!

Salvador Pániker (qué gran ensayista si hubiera buenos lectores) publica La dificultad de ser español:

-Aquí la gente tiene que aprender a aprender -dice.

Pero los futuros futuribles, o sea subsecretarios, quieren aprender ya cobrando. Se llevan la Feria del Libro a la,Casa de Campo para que la cultura no se: contamine con la burbuja de Harrisburg. ¿Y la burbuja de Lemóniz? Gluagh, gluagh, gluagh. Don Juan de la Cierva, familia de inventores, ha cerrado la tienda antes de que le haga burbujas una chimenea.

Estos La Cierva siempre inventando cosas en la Historia de España. El primero se inventó el autogiro (raaaaá, raaaaá, raaaaá). El segundo se inventó a Franco. Porque Franco es un invento de don Ricardo. Como figura histórica merefiero. Para doña Emilia Pardo Bazán, que paseaba en burra con mi abuela, Franco no era más que un tenientillo que le había quitado el Pazo de Meirás para, desde allí, dirigir una guerra.

Don Ricardo convierte a Franca en un fascículo, y Vizcaíno-Casas lo convierte en un best-seller. Don Juan de la Cierva acaba de inventar el convenio colectivo que queda solventado mediante huida en el autogiro del abuelo. Todas las industrias nacionales tienen burbuja de inflación, menos las de la Tri. Parece que en Salamanca ha puesto la Tri una fábrica de rodamientos de bolas con gerentes japonesitos. El gran Unamuno en bronce de Pablo Serrano se lo grita todas las mañanas:

-¡Que inventen ellos!

Inventan ellos, pero en España. Lo que no podemos hacer es quitarle al currante nada de lo que le dio Franco. Que vengan las diligencias de la Tri y nos rodeen el poblado. Luego les haremos huelgas salvajes, danzas de la tribu -bua, bua, Manitú, Manitowa- y aros; de fuego. El sindicalismo español, gracias a Pablo Iglesias (me piden un poema para un libro conmemorativo), es todavía rupestre y no pasta fiel a la honda de los honderos entusiastas de los partidos. Rin, rin, que Carmen Díez de Rivera no pide ni acepta cargos. Qué alivio, tía, qué peso, O sea, me has quitado. Te debes unas invitaciones, rubia. Todos vendidos a la Tri. La izquierda y la derecha. Ahora se trata, pues, de hacer la guerra desde dentro de la trí. La Cierva se ha ¡do en avioneta y Lerdo en Semprún. Maldición, estarnos rodeados de multilaterales. Aaaaagggh! ¿Y la Moncloa? Toc, toc/toc, toc.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_