Los GRAPO reivindican el asesinato del magistrado Miguel Cruz
El asesinato del presidente de la Sala Sexta del Tribunal Supremo, Miguel Cruz Cuenca, cometido ayer en Madrid a la puerta de su domicilio, en la avenida de Felipe II, fue reivindicado a última hora de la tarde de ayer por los GRAPO, mediante un comunicado dirigido al diario Ya, de Madrid, y a través de una llamada telefónica recibida en la redacción del periódico coruñés La Voz de Galicia. El magistrado señor Cruz Cuenca estaba amenazado por esta misteriosa y terrorista organización, según se desprende de un plano, con el itinerario habitual del magistrado asesinado, encontrado hace algún tiempo a varios miembros de la misma que fueron detenidos y que consta en el sumario abierto al respecto por la Audiencia Nacional.
Este asesinato, segundo que se comete contra un miembro del cuerpo judicial -en el mes de noviembre murió en atentado el magistrado Francisco Mateu-, ha sido interpretado en los medios de la Magistratura como un atentado contra la institución de la Justicia. El señor Cruz Cuenca no había tenido ninguna significación política, y su biografía profesional se centra exclusivamente en funciones propias de la carrera judicial.Desde el mismo momento en que se conoció la noticia del asesinato, diversas instancias de la Magistratura hicieron patente su deseo al Gobierno de que el funeral y el entierro del señor Cruz Cuenca no se convirtieran en una manifestación política. El cadáver del magistrado fue trasladado a primera hora de la tarde de ayer desde su domicilio -en cuya puerta se perpetró el atentado- hasta el Palacio de Justicia, donde fue instalada la capilla ardiente. Estrictas medidas de seouridad se tornaron en los accesos del Palacio, de forma que sólo se permitió la entrada a magistrados y abogados, así como a familiares de la víctima y algunos periodistas.
A las ocho de la tarde se celebró en el salón de plenos del Palacio una misa-funeral, a la que asistieron el ministro de Justicia, el presidente del Tribuinal Supremo, la totalidad de los magistrados del mismo y numerosos abogados y personalidades relacionadas con el mundo judicial. La misa, en la que no hubo homilía, se desarrolló en medio de un impresionante silencio. Al término de la misma, el ministro de Justicia, Landelino Lavilla, se entrevistó con el presidente del Tribunal Supremo, Ángel Escudero del Corral.
El entierro se celebrará a primeras horas de la mañana de hoy y, por expreso deseo de los familiares, se llevará a cabo en «la más estricta intimidad».
Las principales organizaciones políticas, sindicales, empresariales y ciudadanas hicieron pública ayer su condena de este nuevo atentado, y en sus notas de repulsa expresaron la necesidad de mantener la serenidad en la situación presente y de tomar con la mayor urgencia medidas para erradicar el terrorismo.
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