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Cuarenta y siete millones de norteamericanos practican algún deporte diariamente

Unos hacen gimnasia, los más se conforman con andar, otros corren, millones juegan al golf y millones más al tenis. En total, 47 millones de norteamericanos -según una reciente encuesta- practican algún deporte todos los días, y cien millones, la mitad de la población de este país, contando a los bebés y a los ancianos, lo hace al menos dos veces cada semana.

El deporte se ha convertido en los últimos años en el hobby número uno, no sólo para los niños y jóvenes que se apuntan a los equipos de sus escuelas, sino para gran parte de los norteamericanos de todos los sexos y edades.Más de 45 millones de personas dan largos paseos para mantenerse en forma, 18,3 millones practican seriamente alguna modalidad gimnástica, quince millones montan en bicicleta semanalmente, otros quince millones se dedican a correr, treinta millones son jugadores de tenis, veintidós millones tiran bolos y 11,4 millones juegan al golf.

De acuerdo con la opinión de los médicos, los norteamericanos no sólo están consiguiendo así mantenerse con una línea juvenil, sino que, además, están evitándose millones de ataques al corazón. Según estadísticas recientes del Centro Nacional para la Salud, el número de enfermedades cardiovasculares se ha reducido en un 30 % desde que a principios de la década de los setenta los habitantes de este país comenzaron a dedicarse en masa al deporte. Los más beneficiados han sido los hombres, que de otra forma no hacían más que trabajar en oficinas e industrias mecanizadas y viajar en coche de un lado a otro.

De acuerdo con un estudio realizado recientemente por un profesor de la Universidad de Berkeley, siguiendo la pista a todos los hombres que se graduaron en Harvard en los últimos veinte años, la relación entre ataques al corazón y falta de ejercicio es directa. Los graduados que continuaron haciendo ejercicio diario, aún llegados a una edad madura, sufrieron dos veces menos ataques al corazón que los que llevaron una vida sedentaria, afirma el profesor Ralph Paffenbarger.

El deporte de correr, aunque todavía no es el que cuenta con el mayor número de adictos, es el que está más de moda y el que, por otra parte, los médicos recomiendan con más frecuencia para mantener la línea y para recuperarse de un ataque al corazón. Un libro sobre cómo correr adecuadamente se encuentra desde hace meses en la lista del New York Times, de los diez libros más vendidos en el país.

Además de beneficiarse la salud pública, el negocio de las tiendas deportivas ha alcanzado un auge fuera de lo previsto. Según la asociación nacional que agrupa a estos comercios, durante el año pasado los norteamericanos se gastaron 13.000 millones de dólares en raquetas, zapatillas, palos de golf, esquíes y todos los utensilios necesarios para practicar sus deportes favoritos. La locura por el ejercicio cuenta con el apoyo de muchas empresas privadas, que en los últimos años han montado gimnasios, pistas de tenis y piscinas en sus locales al comprobar que tales inversiones son muy rentables porque eliminan millones de horas perdidas anteriormente por enfermedades de su personal. Hasta el presidente Carter da ejemplo: juega al tenis y a los bolos casi todos los días y durante los fines de semana da paseos de varios kilómetros por la finca presidencial de Camp David, por lo que no es de extrañar que en su último reconocimiento médico -hecho público, como es habitual- sus doctores declaren que se encuentra no sólo muy bien de salud, sino, además, en plena forma atlética.

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