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Denuncias contra el secretario del Ayuntamiento

Las denuncias presentadas por el ex oficial mayor del Ayuntamiento de Madrid, Diego Membiela, contra el secretario municipal, Pedro Barcina, acusándole de consentir prácticas irregulares en la contratación de obras por el procedimiento de urgencia, se encuentran en punto muerto desde hace más de un año, sin que en este tiempo el Ayuntamiento haya iniciado una investigación a fondo del tema. Según el señor Membiela, las cantidades pagadas de más por el Municipio ascenderían a 170 millones de pesetas.

La contratación de obras consideradas como necesarias puede realizarse por el procedimiento de urgencia, o por el de concurso, ambos más rápidos que el normal de concurso-subasta. En los dos primeros casos la normativa legal advierte que sólo podrán utilizarse en actuaciones que por su incidencia social -como puede ser un colector, un puente, etcétera- requieran eliminar los complejos trámites burocráticos, y siempre que en cada expediente se detallen los motivos que justifiquen su carácter de urgencia.Los escritos de denuncia presentados por el ex oficial mayor ante el Ayuntamiento, la Dirección General de Administración local, el juzgado de instrucción número 18 y el Tribunal Supremo, insisten en que se ha convertido en usual lo que la ley reviste de carácter de excepcionalidad. Los perjuicios económicos son graves. En un concurso-subasta los diversos ofertantes compiten disminuyendo los precios de las obras, con lo que se obtienen importantes rebajas en el presupuesto. En los dos supuestos mencionados la competencia se diluye o desaparece casi totalmente lo que permite a los concursantes mantener sus ofertas sin rebajas sustanciales.

En diciembre de 1975 el señor Membiela envía un escrito al secretario, señor Barcina, explicando su postura contraria al abuso de tales sistemas. A los diez meses, en octubre de 1976. el oficial mayor es cesado como tal. Previamente existía la impugnación de un particular contra determinadas irregularidades formales en la oposición en que el señor Membiela accedió a la oficialía mayor. El Ayuntamiento, en contra del proceso normal, decide no recurrir a la sentencia de la Audiencia y acepta sin más ordenar la separación de su cargo.Diez días más tarde el ya ex oficial mayor presenta una denuncia redactada en términos muy duros ante la dirección de inspección nacional de la Administración local, dirigida exclusivamente contra el secretario, Pedro Barcina. El 4 de febrero lo hace ante el Tribunal Supremo, y por fin, el 23 de marzo y ahora como querella criminal, ante el Juzgado de Instrucción número 18. Este último decide el 22 de septiembre admitir a trámite la querella, lo que implica la posibilidad de la existencia de delito. Sin embargo, un mes más tarde el juzgado decide archivarla, aduciendo que puesto que existe una denuncia -que no querella- en el Tribunal Supremo, es preferible que un sólo organismo estudie el caso. El ex oficial interpone recurso contra esta decisión, y esta es la situación actual del caso.

Explicar a la opinión

En una rueda de prensa solicitada por los periódicos madrileños, Diego Membiela condenó la actitud pasiva del Ayuntamiento, que se ha limitado a enviar documentación a la Administración local, y dejar que sea ésta quien continúe las investigaciones, cuando -según afirmó- el propio Ayuntamiento debía abrir un expediente por su cuenta, e ir al fondo de la cuestión, que no es ya el enfrentamiento claro entre dos miembros de los servicios técnicos municipales, sino el perjuicio que se le hace al pueblo de Madrid por la utilización de los sistemas descritos.

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