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Correr las tres grandes vueltas, algo irrepetible

El calendario del ciclista profesional en la actualidad está más sobrecargado que nunca. Quizá por eso el correr las tres grandes Vueltas por etapas, la de España, el Giro y el Tour, sea algo que nunca más se vuelva a repetir. Este año Maertens y Pollentier han estado a punto de hacerlo. En épocas pasadas nombres ilustres, aunque sin calendarios tan repletos como ahora y quizá sin tantas exigencias lo llevaron a cabo con más o menos éxito. Los españoles, mayoría. Estos fueron los más destacados:José Manuel Fuente, en 1972, fue. 55 de la Vuelta a España, 39 en el Giro -con una victoria de etapa y el premio de la Montaña-, y 72, del Tour -con otras dos victorias de etapa.

Bahamontes hizo dos veces la hazaña: en 1956, cuarto de la Vuelta, abandonó en el Giro y cuarto igualmente en el Tour. En 1958, sexto, decimoséptimo y octavo, respectivamente.

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El italiano Gastone Nencini, ganador del Tour en 1960, fue en 1957 noveno de la Vuelta, ganó el Giro e hizo sexto en el Tour. Una temporada impresionante, sin duda.

Otro español, el legendario «sprinter» Miguel Poblet, cuya única finalidad era ganar etapas aunque no terminara ninguna gran ronda, probó el triple: tras abandonar, respectivamente, en las etapas octava, decimoséptima y decimotercera, cuando ya no pudo con la montaña en cada caso, había logrado ya tres, tres y una, victorias parciales.

Bernardo Ruiz, el corredor. de Orihuela, fue 14, 28 y 22. en 1955 y Antonio Gelabert, mallorquín, 20, 15 y abandonó en la decimoséptima etapa del Tour el mismo año.

En cuanto a otros tres franceses conocidos también hubo hazañas. Raphael Geminiani, precisamente el director deportivo este año del equipo Fiat de Merckx, fue igual mente tercero en la Vuelta a España de 1955, cuarto del Giro, donde llegó a llevarla «maglia» rosa y sexto. del Tour, tras ganar la novena etapa. Esa misma temporada Geminiani fue tercero de la París-Niza, otra prueba por etapas, noveno de la clásica Milán-San Remo y octavo en el Campeonato del Mundo disputado en Frascati, cerca de Roma. Y siempre en ese año 1955, en el que muchos corre dores se decidieron a la aventura triple, Jean Dotto, ganador de la Vuelta a España fue después decimoséptimo del Giro y abandonó en la decimosexta etapa del Tour tras haber ganado otra etapa. Louis Caput, finalmente, también director de equipo en la actualidad, corrió las tres grandes rondas ese año aunque con menos fortuna: fue 55 de la Vuelta, 58 en el Giro y 54 en el Tour, donde ganó una etapa que terminaba en Narbona.

Los tiempos, sin duda, han cambiado y ya nadie se arriesga a un, esfuerzo así. Ni siquiera el Merckx de sus mejores tiempos osó participar en las tres rondas en una misma temporada. Según se ve a lo máximo que ha llegado un corredor participante en todas es a ganar una. Para hacerlo en dos siempre el corredor ha descartado una. La temporada normal de un ciclista "humano" se hace como máximo con dos pruebas fuertes y otras de rodaje. Estimulantes mil, que aún sería peor, aparte.

Recorrer en bicicleta más de 11.000 kilómetros en tres fracciones de quince o veinte días seguidos durante una sola temporada requiere un esfuerzo demasiado «anormal».

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