_
_
_
_

Al Bilbao le faltó un gol para ganar la Copa de la UEFA

El Athletic se ha quedado a un solo gol de proclamarse campeón de la Copa de la UEFA. La Juventus marcó muy pronto, y después se encerró en su área, consciente de que el Athletic estaba obligado a marcar tres tantos. La presión del Athletic fue continua, pero nunca pudo profundizar con soltura por la excelente y nutrida defensiva de los italianos. Sin embargo, jugó con ardor y coraje mereció los dos goles conseguidos y no hubiera resultado injusto que marcase el tercero.Desde hace años, el fútbol italiano es maestro en la práctica del cerrojo. De ahí que cuando a los ocho minutos de juego, Bettega cónseguía con un limpio cabezazo el gol de su equipo y ponía al Athletic en la necesidad de marcar tres, el equipo juventino se elevara a la condición de absoluto favorito. En esos ocho minutos, la Juventus, además, había practicado un fútbol de calidad, mientras el Athletic aún no había hilado juego.

A partir de entonces, sin embargo, la Juventus renunciaría a pisar el medio campo del Athletic, casi como si Iríbar fuera un apestado. Sólo uno de sus hombres, Bonisegna, quedaba adelante. Causio, Benetti y Bettega le apoyaban muy ligeramente desde atrás en esa tarea de mantener el balón fuera del alcance de los bilbaínos. Todo el resto del equipo italiano, incluido Tardelli, un finísimo armador de juego y que fue dedicado al marcaje de Churruca, se entregó a tareas de contención. Gentile-Dani, Morini-Amorrortu y Cucceredu-Rojo eran los emparejamientos en el ataque bilbaíno. En el centro del campo quedaban Villar e Irureta, junto con Churruca por el Athletic de Bilbao, y Furino y los citados Benetti, Causio, Betega y Tardelli, por la Juventus. Lasa y Escalza contaban también en el centro del campo en parte en misiones de mediocampistas y en parte como extremos, con penetraciones frecuentes por la banda.

El Athletic tuvo la fortuna de impedir que la ventaja de un gol se le secase encima. Caso de haber tardado más en marcar su primer tanto, sin duda se hubiera hundido, y el encuentro hubiera tenido otro desarrollo, con mucho menos interés y emoción, y eso espoleó al Athletic, que hizo durante todo el encuentro un enorme derroche de energía y entrega. Guisasola y Alesanco quedaban atrás, atentos a Bonisegna, y todo el resto del equipojugaba al frontón contra el muro que protegía a Zoff. El muro respondió, y el meta italiano no pasó grandes apuros en la primera parte. La falta de inspiración de Rojo y Arnorrortu, que rayaron a un nivel algo más bajo que sus compañeros, también contribuyó a ello.

Todo siguió igual hasta el cuarto de hora de la segunda parte, en que Trappatoni, entrenador de la Juventus, decidió sustituir a Bonisegna -que, por otra parte, no estaba cumpliendo bien su cometido- por otro defensa, Spinosi. Poco después, Aguirre retiraba a Lasa para dar entrada a Carlos, acreditado cabeceador y que tal vez debería haber jugado desde un principio. Los marcajes cambiaron sensiblemente. El partido se jugó aun si cabe en el medio campo de la Juventus, y una parte considerable del tiempo en el área de Zoff, que se vio bastante más exigido en especial a realizar salidas por alto. El tiempo se iba escapando, pero las esperanzas renacieron cuando, a falta de más de diez minutos, marcó Carlos. El nuevo gol sirvió para que las ofensivas se recrudecieran en los últimos minutos, pero el Athletic no consiguió el premio a su ardor. El triunfo estuvo cerca, pero se escapó. La Juventus, sin hacer un juego bello ni en Turín ni en Bilbao, consiguió su primer título europeo. El Athletic tendrá que esperar otra oportunidad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_