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VALLADOLID

Violenta actuación de la policía

Tras un día de huelga, las carreteras vallisoletanas han quedado libres de la presencia de tractores, pero este desbloqueo ha costado varios heridos, algunos contusionados, numerosos tractores averiados, detenidos y un malestar general que puede desembocar en próximos conflictos, según manifestaron a EL PAIS agricultores de la provincia.En la madrugada del martes, una brigada de la policía antidisturbios despejó, tras cargar contra los grupos de campesinos que se mantenían en actitud vigilante y que no llegaron a oponerse en ningún momento a la policía, la carreteras que cruzan Tordesillas. Posteriormente, la fuerza pública se personó en Villar de Frades, en la carretera Madrid-La Coruña, donde cargaron contra los tractores y contra los agricultores allí concentrados. En consecuencia, Manuel Díez, campesino de Tiedra, sufrió fractura de tres costillas mientras que varios vehículos vieron cómo sus faros y parabrisas eran rotos en las cargas de la policía. Momentos más tarde, la fuerza pública arremetió contra los tractores estacionados a la altura de Alcazarén. La policía puso en marcha un tractor, con el que cargó contra los demás, ocasionando numerosos desperfectos en los vehículos. Uno de ellos fue empujado hacia un terraplén con su propietario dentro, sin que le ocasionara afortunadamente daños contra su persona.

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Las fuerzas del orden dispersaron los tractores vallisoletanos

Hacia las siete de la mañana la fuerza armada dispersó, con lanzamiento de botes de humo y balas de goma, a un grupo de cincuenta campesinos que se encontraban en Portillo, en la carretera de Valladolid a Segovia. Varios vehículos sufrieron desperfectos y fueron volcados por la acción de la fuerza pública.

A las doce de la mañana de ayer, en la misma ciudad, la policía intervino de nuevo contra unos agricultores que habían bloqueado un coche del Ministerio de Agricultura y otro del de Obras Públicas. Por este motivo se produjeron enfrentamientos y los campesinos arrojaron piedras contra los antidisturbios. Mientras tanto, en Valladolid eran detenidos el presidente de la COSA y varios miembros más de la Cámara, a la vez que se reunían representantes de los agricultores para tratar de situación.

En la reunión decidieron pedir la libertad de los detenidos y solicitar a los agricultores el desbloqueo de las calzadas que aún estaban cortadas. Alrededor de la una y media de la tarde continuaba interferida la nacional Madrid-Soria, con más de 1.500 vehículos en Quintanilla de Onésimo, donde los campesinos no quisieron retirar los tractores mientras no se aclarara la postura de la Cámara y se solucionaran las reivindicaciones planteadas. FinaImente, siguiendo órdenes de la policía, los labradores despejaron la carretera, aunque horas más tarde se registraron incidentes, con lanzamiento de bombas de humo y balas de goma. En Medina de Ríoseco se detuvo a Angel Fernández, de la Federación de Trabajadores de la Tierra, cuya participación en la huelga no fue demasiado destacada, pero cuyas ideas políticas eran sobradamente conocidas en la localidad.

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