El Canal no es Moisés
Desde hace más de un año se vienen produciendo en la ciudad residencial Santa Eugenia de Madrid, cortes «salvajes» (es decir, por sorpresa), amén de otros sobre los que recibimos a veces preaviso, en el suministro de agua del Canal de Isabel II. En esta ocasión se suspendió el suministro el pasado sábado por la tarde (día 18 de diciembre) y permanecemos sin servicio hasta este momento (tarde del día 20). Es innecesario hacer mención detallada de las consecuencias de estas anomalías en bloques de viviendas de diez plantas en cada uno de los cuales residen aproximadamente 120 familias, con retretes atestados y cocinas imposibles.
En la mañana de hoy me he dirigido al jefe del servicio de información del Canal, quien me ha asegurado que, por el momento, es imprevisible el restablecimiento del suministro de agua, ya que «se está reparando la avería, pero se supone que existe otra, que habrá que reparar a continuación». Por otra parte se me ha indicado que los técnicos del Canal no pueden prever de forma muy aproximada el tiempo necesario para la reparación de la avería que tienen entre manos, asegurándoseme tan sólo que durante toda la jornada de hoy permaneceremos sin agua.
Lo cierto es que no soy técnico, sino «paciente» ciudadano, por lo que sólo puedo preguntarme, lleno de dudas, por el estado de las instalaciones previstas por el Canal de Isabel II, para una barriada madrileña creada hace cuatro o cinco años sobre la que se hacen campañas publicitarias de promoción llamándola «la ciudad alfombrada de verde».
