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El sector automovilístico se considera al borde de la descapitalización

Cuando faltan pocas semanas para que termine 1976, las empresas automovilísticas comprueban cómo al cierre del ejercicio presentarán un volumen de pérdidas considerables.Según han puesto de manifiesto algunos representantes del sector, la única fórmula para superar la crisis de resultados y la progresiva descapitalización es que el Gobierno autorice el régimen de precios libres para la totalidad de los modelos de fabricación nacional.

Hace pocos días, EL PAIS publicaba que las pérdidas de la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, Sociedad Anónima (SEAT), en el presente ejercicio se aproximarán a los 300 millones, sin embargo las previsiones eran optimistas y posiblemente la cifra sea sensiblemente superior. FASA-Renault cerrará el año con pérdidas superiores incluso a las que tuvo el pasado año. Citroen, será la que previsiblemente consiga un beneficio mayor y cierre 1976 con cifras similares a las de 1975, que fueron bastante buenas. Los resultados de Chrysler no se conocen, aunque la sociedad tiene otras producciones como las de camiones, reconversión de carros de combate y motores diesel, que le permitirá jugar en cierta manera con los resultados. Por último, Ford tendrá un ejercicio muy corto, ya que su producción comenzó hace pocas semanas.

Informaciones recogidas por EL PAIS, tanto entre los fabricantes de automóviles como en la Administración, convienen en señalar que el Ministerio de Industria parece bastante dispuesto a conceder libertad de precios, aunque con la indecisión lógica que supone la incidencia de esta liberalización de los precios en la tasa inflacionaria.

Fuentes del sector de automoción ponen de relieve que la actual política de precios mantenida por el Ministerio de Industria comienza a ser peligrosa para el futuro del sector, ya que produce una paralización de las inversiones, unas pérdidas crecientes y una descapitalización de las empresas del sector. Como contrapartida, pone de manifiesto el sector el incremento sustancial de los salarios y de los costes de producción, tal y como refleja el gráfico adjunto.

De los principales países europeos fabricantes de automóviles, nuestro-país es el único en el que los precios han subido menos que el índice del coste de la vida. En Francia, durante el período 1973-1976, los precios de los turismos aumentaron un 37% por encima del índice del coste de la vida: en Alemania, un 34% por encima del coste, en Gran Bretaña, un 22 % y en Italia un 54%. En España, durante ese mismo período, el incremento de los precios de los automóviles ha estado por debajo del índice del coste de la vida en un 33%. Es necesario señalar que con la excepción de Gran Bretaña e Italia, la tasa de inflación española es una de las más altas de la Europa comunitaria.

En ocasiones se ha dicho que los precios de los vehículos españoles, en igualdad de cilindrada, potencia, consumo, etc, son superiores a los del resto de los países europeos.

En un estudio comparativo realizado con un vehículo español, elegido por ser el de mayor penetración en los mercados europeos, como es el SEAT 127, tres puertas, comercializado por FIAT, vemos cómo el precio de este modelo en nuestro país, a precio de catálogo, llega a ser un 60% más barato en España que en otros países de Europa integrados en la CEE.

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