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Zaha liquida al Chelsea

Un formidable partido del atacante marfileño del Crystal Palace provoca la primera derrota del líder en su estadio desde el 16 de septiembre y anima la Premier

Diego Torres
Zaha conduce ante la entrada de Cahill.
Zaha conduce ante la entrada de Cahill.GLYN KIRK (AFP)

La Premier era un campeonato adormecido hasta que apareció Zaha. Fue un sobresalto en plena siesta. Hacía una tarde primaveral en Londres y la multitud se volvió a reunirse este sábado en Stamford Bridge a escuchar The Liquidator. Las viejas notas jamaicanas del órgano de Winston Wright, himno oficioso del barrio, repitieron la rutina musical desde los altavoces. Los hinchas cantaron como siempre. Como quien no espera sobresaltos. Después de seis meses sin perder en casa, la visita del Crystal Palace parecía otro trámite armonioso hacia el título. Pero resultó que a los 11 minutos la cosa se complicó sin remedio. El liquidador fue Wilfred Zaha.

De poco valió al Chelsea el gol de Cesc a pase de Hazard. A los cinco minutos de competición, el 1-0 apenas agitó a las gradas acostumbradas a las sesiones de rodillo. Lo único que se revolvió de verdad en el campo de hierba fresca ricamente cortada fue Zaha.

Thiago, ovacionado en el Allianz

El Bayern aplastó al Augsburgo en el desigual derbi bávaro que acogió el Allianz Arena. El resultado (6-0) refleja la distancia que existe entre ambos equipos. Uno, el modesto, a toda máquina, el otro, el fuerte, con una alineación de refresco. Descansaron Neuer —operado de un pie—, Alaba, Robben, Vidal y Alonso. Se destacaron Lewandowski con un hat trick, Thiago con otra exhibición de aplomo, y el inefable Müller, autor de dos goles.

Frente al Augsburgo, el Bayern de Ancelotti sumó 100 goles en 39 partidos. El futuro rival del Madrid en Champions goza de un momento de plenitud y Thiago Alcántara, que oficia de mediapunta, vive allí su temporada más exuberante como profesional. Ancelotti lo sustituyó en el minuto 66 y el estadio le dedicó una ovación: se marchó con un gol y una asistencia. El internacional español ha participado esta temporada en 15 de los 100 goles de su club. Más que en las dos últimas campañas juntas.

No hace tanto tiempo que este poderoso atacante marfileño, nacionalizado inglés, fue un adolescente promisorio en la maquinaria del campeonato más rico del planeta. A sus 24 años puede contar que ha sido traspasado al United y ha regresado al modesto origen con el marchamo de la decepción. Los focos apuntaban a otra parte cuando se presentó en el campo del líder con la camiseta amarilla del Palace. Luego ocurrió lo inesperado. Entre el minuto nueve y el 11 metió el gol del empate y sirvió el segundo devolviendo una pared que Benteke explotó con suavidad desviando el balón a la red. Dos relámpagos. Dos contragolpes que pillaron descolocados a Cahill y a David Luiz. Con efecto perdurable. Los centrales ya no volvieron a encontrarse cómodos en lo que restó de partido.

Tomkins —lesionado gravemente—, Dann, Sakho, Puncheon y Milivojevic, se encontraron a gusto bajo la lluvia de centros que les cayó encima durante la hora larga que les deparó la resistencia. La voluminosa defensa del Crystal Palace tiene muchas deficiencias pero despejar balones aéreos es una asignatura que maneja al nivel de los más dotados. Resultó extraña la insistencia del Chelsea en doblegar a su rival allí donde es más fuerte. Nada nuevo en el tozudo equipo blue, diseñado durante años sin demasiados argumentos para el pase interior.

Matic dirigió a oscuras, Hazard se difuminó, a Cesc le faltó pausa mientras sus compañeros se aceleraban y Costa percutió contra gente igualmente robusta. Wayne Hennessey, el portero galés, hizo 11 paradas, la mayoría desviando tiros rasos en el primer palo, lanzados desde media distancia por los desesperados jugadores locales.

El Chelsea asedió al Palace. Pero el Palace pudo rematar al Chelsea. En todas las maniobras amenazantes apareció Zaha, listo para moverse, ágil para controlar y rápido en el giro. Le armó la última jugada a Cabaye, autor del remate que desmanteló Curtois en la reanudación. Y volvió a tener el gol en la bota derecha en una ocasión que finalizó mal, de nuevo solo ante Courtois en el último aliento de la tarde. Fue un último aliento largo. El árbitro no paró el cronómetro hasta que marcó 100 minutos.

Desde el 16 de septiembre no perdía el Chelsea en Stamford Bridge (1-2 frente al Liverpool). La derrota del líder dejó al Tottenham, segundo tras vencer al Burnley (0-2), a siete puntos de la cabeza de la clasificación. Este domingo el City visitará al Arsenal con la oportunidad de sumar y colocarse tercero a nueve puntos. La Liga inglesa se ha reanimado. Pero, tras la somnolencia interrumpida, el Chelsea sigue gozando de una ventaja envidiable. Un espacio abismal cuando faltan nueve jornadas para el final del curso.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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