Boris Johnson recibió más de 300.000 dólares tras una reunión con Maduro
El chavismo quería abrir un canal de diálogo con el Reino Unido a través del ex primer ministro


El ex primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, hizo una pausa en febrero de 2024 durante sus vacaciones en República Dominicana para hacer una visita, hasta ahora secreta, al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El encuentro ha sido revelado por el diario británico The Guardian, a partir de la filtración llamada Boris Files, de documentos de la oficina del político conservador obtenida por la organización estadounidense Distributed Denial of Secret.
El encuentro del que todavía hay muchas interrogantes ha llamado la atención por los acompañantes y lo que ocurrió después. Johnson acudió a la reunión con Maduro con el holandés Marteen Petermann, director de un gestor de fondos de cobertura. Semanas después del encuentro, Johnson cobró una factura por 240.000 libras esterlinas (más de 300.000 dólares). Este encuentro ya había sido revelado por los medios británicos el año pasado y del mismo estaba al tanto el ministro de Relaciones Exteriores, David Cameron.
No está claro que Johnson haya recibido ese pago por reunirse por Maduro. La investigación de The Guardian señala que en un contrato firmado meses antes con el fondo de cobertura Merlyn Advisors, dirigido por Petermann, el ex primer ministro reenfocaba su carrera como asesor, sacando provecho de su experiencia y relaciones,lo que implicaría un mal uso de los fondos que recibe del programa de subsidios de Reino Unido destinado a apoyar las funciones públicas de los ex primeros ministros.
En febrero de 2024, la crisis política venezolana estaba en uno de sus tantos puntos de ebullición. El chavismo había desplegado todas sus cartas para bloquear el avance de la oposición a las elecciones presidenciales y también habría abierto un frente diplomático con Guyana, tras la realización de un referéndum para anexarse el territorio del Esequibo. El Supremo ya había inhabilitado a María Corina Machado, violando los Acuerdos de Barbados. También se había cruzado una línea roja en la política represiva con la detención de la defensora de derechos humanos Rocío San Miguel, cuando intentaba abordar un vuelo en Maiquetía. En el plano internacional, la guerra de Rusia contra Ucrania cumplía dos años.
Hace cuatro meses, Maduro se refirió por primera vez al encuentro con Johnson. “Él vino a Los Roques (un archipiélago turístico al norte de Venezuela) y me pidió una reunión y yo dije ‘está bien, vamos a recibirlo’. Fue una conversación cordial”, dijo el mandatario durante su programa de televisión semanal. El líder del chavismo aseguró que el político británico le confesó que había intentado persuadir a Volodímir Zelenski de retirarse de las conversaciones con Vladímir Putin y seguir en la guerra, para lo que Reino Unido lo apoyaría con armas. Al escuchar eso, siempre según Maduro, este le reprochó:“¿Usted por qué hizo eso? ¿A dónde lleva la guerra? Cuando el presidente Putin quería la paz y además dejaron solo a Zelenski. Yo le dije eso a Boris Johnson en su cara”. Agregó que la conversación duró alrededor de dos horas.
The Guardian recoge que Johnson ha declarado a las autoridades británicas que para su visita recibió información exhaustiva del principal diplomático del Reino Unido en Caracas y que su objetivo era establecer un canal diplomático extraoficial entre ambos países. La embajada británica en Venezuela decidió no emitir ningún comentario. El político también niega haber recibido dinero por viajar a Venezuela y la relación contractual con Merlyn Advisors. El Gobierno de Maduro no ha respondido a los nuevos detalles revelados en la filtración.
Durante su tiempo como primer ministro, Boris Johnson, llamó a Maduro varias veces dictador. Las relaciones diplomáticas se redujeron a casi nada en 2019, luego de que se diera reconocimiento al Gobierno interino del entonces jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó. Después de las elecciones de 2018, Maduro fue reelecto en un proceso amañado que no contó con el reconocimiento de gran parte de la comunidad internacional.
La crisis diplomática se agravó cuando el Banco de Inglaterra bloqueó a Venezuela el acceso a las reservas de oro que custodia esa entidad. El forcejeo por las 30 toneladas de oro venezolano ha terminado en una sucesión de recursos, fallos y apelaciones judiciales entre el Gobierno de Maduro, que ha acusado a Reino Unido de robarle sus reservas, y los funcionarios que nombró Guaidó para la gestión de los recursos de Venezuela en el exterior. Aunque el opositor ahora está en el exilio y ya no tiene el reconocimiento de Reino Unido este pleito continúa en los tribunales británicos.
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