Marín: “Es impensable que en España me pidan autógrafos como en Asia”

Han transcurrido cinco horas desde que Carolina Marín (Huelva, 1993) ganara por segundo año consecutivo el Mundial de bádminton y todavía no ha podido ni ducharse. Fotos, compromisos publicitarios y atención a los medios. Mediante una conversación telefónica desde Yakarta (Indonesia), explica que de lo único que tiene ganas ahora es de volver a España para pasar unos pocos días con su gente.

Pregunta. Acaba de perder el número uno en el ranking mundial pese a ganar el campeonato. ¿Es algo que le preocupa?

Respuesta. Para mí lo más importante era llevarme el oro una vez que había alcanzado la final. El ranking no deja de ser algo que veo como secundario.

P. En el Mundial ha ido de menos a más. ¿La final ha sido su mejor partido?

R. Yo diría que de los mejores en mucho tiempo. Creo que en los dos últimos años no he jugado a este nivel.

P. Una lesión le impidió prepararse bien para el torneo. ¿Esperaba repetir la victoria del año pasado en Dinamarca?

R. Yo venía a competir y a dar lo mejor de mí misma. Eso implicaba intentar luchar por el oro. Aún así, el objetivo principal era disfrutar; y lo he logrado.

P. A finales de junio pidió la dimisión del presidente de la Federación, David Cabello. ¿Cómo están las relaciones entre ustedes?

Siempre hace falta más apoyo. Las cosas algo han cambiado desde que gané mi primer Mundial

R. Sinceramente, ahora no quiero pensar en eso. Acabo de ganar el Mundial y es lo más importante para mí.

P. ¿Cree que las relaciones van a cambiar a partir de ahora?

R. Espero que las relaciones entre nosotras, las jugadoras, y la Federación empiecen a mejorar. Al menos, que no sean tan complicadas.

P. ¿Por qué son complicadas?

R. De verdad que no quiero entrar en esto ahora, pero va más por el trato que recibimos de la Federación.

P. Para ganar dos años consecutivos el Mundial, ¿cuántas horas le dedica al día?

R. No sabría decirte. ¡Muchas! Como en cualquier deporte, todo lo que hago con mi equipo es algo que es difícil valorar de puertas hacia fuera. Es un trabajo que nadie ve, pero ahí están los resultados.

No he pensado mucho sobre mis objetivos para los Juegos de Río. Todavía falta un año

P. ¿Su victoria supondrá un impulso para el bádminton?

R. Yo espero que sí. Todos los deportes minoritarios siempre tenemos los mismos problemas, pero entre los medios de comunicación y nuestros títulos creo que algo evolucionaremos.

P. ¿No les han apoyado lo suficiente?

R. Siempre hace falta más apoyo. Las cosas ya algo han cambiado desde que ganara el año pasado el Mundial, pero necesitamos más recursos.

P. En los últimos Juegos, los de Londres 2012, no pasó ni la fase de grupos. ¿Cuál es su objetivo para las del año que viene en Río de Janeiro?

R. No he pensado mucho sobre las olimpiadas. Todavía falta un año y muchos torneos que jugar hasta llegar allí.

P. En Asia tienen devoción por usted...

R. Me paran por la calle y me piden autógrafos. Esto es impensable en España, aunque ya me van reconociendo más.