Otra muerte súbita golpea al fútbol
Morosini, jugador del Livorno de 25 años, pierde la vida tras sufrir un paro cadíaco en el partido ante el Pescara.- La federación italiana suspende la jornada futbolística
La tragedia se cernió otra vez sobre el fútbol al fallecer Piermario Morosini, centrocampista del Livorno, de 25 años, de muerte súbita sobre el césped del Adriático, el estadio del Pescara, en un duelo de la Serie B (Segunda División) italiana. Repuesto el fútbol europeo del sobresalto de Muamba, jugador del Bolton que sufrió hace menos de un mes un paro cardiaco y salvó la vida gracias a los servicios médicos, a la asistencia de los desfibriladores y a la presteza de la ambulancia tras 78 minutos clínicamente muerto, la tragedia volvió a golpear al balompié. Corría el minuto 31 cuando a Morosini le empezaron a flaquear las piernas. Se le vio dar unos pasos tambaleantes antes de desplomarse sobre el césped. Tras levantarse dos veces, confuso y sin orientación, acabó de nuevo en el suelo, ya inerte.
Las asistencias médicas de ambos equipos no tardaron en practicarle un masaje cardiaco —incluso Leonardo Paloscia, médico aficionado del Pescara, saltó al campo desde la grada para intentar salvarle— al tiempo que los jugadores y los aficionados, desolados y sin poder contener las lágrimas, presagiaban lo peor. Entre otras razones, porque estaba más que fresco el recuerdo de Francesco Mancini, el preparador de porteros del Pescara, que murió hace dos semanas en su habitación de un paro cardiaco a la edad de 43 años.
El encuentro se suspendió inmediatamente y la ambulancia entró al césped para trasladar a Morosini al hospital del Santo Espíritu, de Pescara. Pero nada se pudo hacer por el futbolista, internacional con todas las selecciones inferiores, que llegó cedido al Livorno este año procedente del Udinese; “Ha sido un paro cardiaco y no hemos podido reanimarle”, confirmó el doctor Di Blasi. Una tragedia que se añade, entre otras, a las de Renato Curi (Perugia, 1977) y Giuliano Taccola (Roma, 1969). A la de Puerta, Jarque, Vivien-Foe, Féher..., jugadores a los que se les paró el corazón cuando no tocaba.
La federación italiana, consternada por el fallecimiento de Morosini, decidió suspender la jornada en todas las Ligas. Es la despedida a Morosini, futbolista que no tuvo una vida fácil; a los 15 años perdió a su madre y, dos años más tarde, a su padre. Poco después, su hermano también falleció. Ahora, es él quien dice adiós antes de tiempo.
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