La consulta no pactada divide a Esquerra y Convergència
La CUP vuelve a ser el protagonista de la campaña por su demanda de referéndum unilateral
Convergència aprovechó su primer acto electoral, la noche del jueves, para cargar contra la CUP por haber abandonado a Junts pel Sí en el Parlamento. La formación anticapitalista, que no concurre a las elecciones generales, volvió ayer a erigirse en el protagonista de la jornada electoral, en esta ocasión por su demanda de convocar un referéndum unilateral de independencia. La propuesta volvió a dar muestras de las dispares opiniones existentes en el Gobierno. CDC no lo contempla; ERC contemporiza con la CUP y le abre la puerta.
Desde el Gobierno catalán se señala que esa opción no está ni tan solo sobre la mesa. Su presidente, Carles Puigdemont, reitera que su opción es la vía escocesa, la de la consulta pactada con el Estado, pese a que en una respuesta parlamentaria puso como ejemplo el caso de Kosovo. Ayer, sin descartar la unilateralidad por completo, volvió a insistir: “Técnicamente es una posibilidad, pero lo que debemos intentar y lograr es lo que muchos países reclaman: que el conflicto político se resuelva con mecanismos que la democracia ya ha inventado y que ha puesto en marcha en la Unión Europea”.
Más contundente fue el candidato de los convergentes, Francesc Homs, quien, en un acto en Sant Boi de Llobregat, señaló que no se puede repetir una consulta como la del 9-N. “No haríamos nada con hacer un referéndum unilateral si la gente del no la boicoteara. Ante la comunidad internacional sería difícil sostener la legitimidad”, explicó. Esa es la línea que se defiende desde Presidencia de la Generalitat, que apuestan por una convocatoria legal que anime a participar tanto a los partidarios de la independencia como a los que no lo son.
Desde las filas de Esquerra Republicana (ERC) no se cierra la puerta a un referéndum unilateral, aunque condiciona su celebración a que lo apruebe el Parlamento. En resumen, se aproximan a los anticapitalistas, a quienes apelan a que les voten estas elecciones, conscientes de que su propuesta difícilmente prosperaría en la cámara catalana. Rufián defendió que su partido “se situará al lado de cualquier intento de poner las urnas y de ejercer la democracia, por nosotros no quedará que se celebre un referéndum unilateral de independencia”. Marta Rovira, número dos del partido, matizó esa posibilidad durante un mitin en Blanes al asegurar que de momento Cataluña no suma una mayoría social independentista que permita pensar que esa opción es posible.
En Comú Podem, la otra formación catalana partidaria de celebrar una consulta, se desmarcó de la propuesta cupera. “El referéndum unilateral por la independencia ha emergido recientemente y está ligado a muchas cosas, entre ellas la cuestión de confianza de septiembre”, dijo Xavier Domènech. Recordó que esa ya era la idea original para el 9 de noviembre de 2014, que acabó convertido en un proceso participativo por el que están imputados cuatro miembros del Gobierno que avaló la iniciativa.
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