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Los radares de Tráfico multaron 1.000 vehículos al día en 2015

Los cinemómetros fijos y móviles recaudaron 40 millones de euros a través de las 382.502 denuncias interpuestas

F. Javier Barroso
A la izquierda, el radar de la A-6 situado en el kilómetro 18,200.
A la izquierda, el radar de la A-6 situado en el kilómetro 18,200.carlos rosillo

Los radares fijos de la Dirección General de Tráfico (DGT) y los móviles de la Guardia Civil pusieron el año pasado 382.502 denuncias, lo que supuso unos ingresos de 40 millones de euros para el Ministerio del Interior. Estas cifras suponen que cada día fueron sancionados más de 1.000 vehículos. Los radares fijos fueron los que más denunciaron, con 327.870 boletines (casi el 86%), frente a los móviles del instituto armado (54.632, más del 14%).

Los datos facilitados por la DGT no incluyen las denuncias de los Ayuntamientos, que cuentan —sobre todo el de la capital— con sus propios radares. Los radares fijos son los que están situados en la red principal, en especial en las autovías, que soportan mayor tráfico. Suelen estar ubicados en los tramos donde hay mayor siniestrabilidad. La vía que más denuncias ha registrado es, con diferencia, la autovía de A Coruña (A-6). Allí, las 76.832 infracciones de 2015 le han reportado a Interior casi ocho millones de euros. Si además se le añaden las 49.708 captadas por el radar de tramo de los túneles de Guadarrama, en el kilómetro 49,700 de la AP-6, hay que añadir otros cinco millones.

El segundo lugar lo ocupa la autovía de Extremadura (A-5), con 35.746 denuncias y 3,65 millones de euros aportados al Estado. Le siguen la de Burgos (A-1, 31.563 multas y 3,4 millones) y la de Barcelona (A-2, 25.866 y 2,65 millones). Los conductores han perdido con estos cinemómetros fijos 12.918 puntos del carné, según datos de la DGT.

El cinemómetro que impone más denuncias está en la A-6

Los conductores que circulan por los carriles de entrada de la autovía de A Coruña (A-6) pasan en el kilómetro 18,200 por delante del radar que más sanciones ha puesto en un solo día en la región. En concreto, el 12 de febrero de 2015 cazó a 1.979 infractores que superaron el límite de 90 kilómetros por hora, lo que arroja una media superior a uno por minuto. En total, 205.000 euros y 80 puntos del carné retirados, según la Dirección General de Tráfico. En la semana del 10 al 16 de febrero de 2015, este cinemómetro recogió 12.002 infracciones, con un montante de 1.241.200 euros y 418 puntos retirados.

El segundo radar con más multas se halla en los carriles de entrada de la autovía de Extremadura (A-5), a la altura del kilómetro 12,500, en un punto con un límite de 90 kilómetros por hora. El pasado 16 de agosto detectó a 1.269 infractores (129.300 euros y 24 puntos). En esas fechas fue instalado en su nueva ubicación, justo encima de un pórtico, en lugar de en la curva en la que se encontraba antes.

El radar de tramo de la autopista AP-6, situado en el kilómetro 49,200, también sorprendió a gran cantidad de conductores. El 14 de enero de 2015 tramitó 1.109 sanciones por superar los 100 kilómetros por hora.

La M-506

Los radares móviles pertenecen a la Guardia Civil, que dispone de 22 dispositivos para medir la velocidad, distribuidos entre la zona norte y la sur. Se colocan en los puntos en los que se han registrado accidentes de tráfico con víctimas mortales, sobre todo en las vías secundarias. La carretera que más multas ha generado ha sido la M-506 (Villaviciosa de Odón-San Martín de la Vega), que es una de las que más tráfico soporta al unir grandes poblaciones del sur de la región. Los guardias vieron en 2015 cómo saltaba el radar en 5.790 ocasiones (847.800 euros). Detrás está la autovía de los pantanos, la M-501, que hasta hace años tuvo una siniestralidad enorme. Los agentes han puesto 2.233 sanciones (311.400 euros).

Fuentes del instituto armado señalan: “Lo que está claro es que, cuando nos ponemos unos días en determinados puntos negros, la velocidad disminuye. Las mayores infracciones se producen durante las mañanas, ya que la gente es cuando tiene más prisa. Disminuyen por la tarde”.

La ubicación de estos radares móviles está determinada por el índice de víctimas de velocidad (Invive), por el que la DGT calcula los tramos más peligrosos. En la región hay unos treinta.

Las carreteras secundarias, aquellas que tienen un carril por cada sentido, suponen el 80% de la actividad de los radares móviles y el 75% de las infracciones, mientras que las vías principales reciben el 20% del control y un 25% de las denuncias. En estas carreteras los coches suelen alcanzar más velocidad, porque están mejor trazadas y dan la sensación de que son más seguras. “El 80% de la circulación de la región se concentra, según los datos de usos de las vías, dentro de la M-50. El resto ya es bastante más reducido. De ahí que los radares fijos se concentren ahí, pese a la inversión que suponen. En el resto no serían ni rentables ni operativos”, añade la Guardia Civil.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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