Mas considera que la querella le refuerza como líder independentista

La querella de la Fiscalía General del Estado contra Artur Mas por la organización de la consulta alternativa del 9 de noviembre refuerza la estrategia del presidente de la Generalitat para capitalizar la votación sobre la independencia. Ese es el análisis que hace el entorno del presidente catalán y su partido, Convergència Democrática, que se han movilizado para que el electorado nacionalista perciba la querella como la demostración de que el presidente catalán va a por todas en el proceso soberanista y que es un valor seguro a largo plazo, por encima del proyecto que representa Oriol Junqueras, líder de ERC.

Rajoy rehúye la cuestión catalana en el tercer aniversario de su victoria

Todos los dirigentes de Convergència aseguran en público que sería “un error” intentar sacar réditos electorales de los problemas de Artur Mas, pero a continuación destacan el mensaje de que el presidente catalán ha cumplido la palabra de poner las urnas y que lo hizo pese a las reticencias de ERC. “Todos hemos visto que la determinación de Artur Mas es ser leal al pueblo que preside y leal a la voluntad de este pueblo”, sostiene el presidente del grupo de CiU en el Parlamento catalán, Jordi Turull.

Sobre el complicado panorama electoral y la amenaza que Esquerra Republicana representa para la hegemonía de CiU, Turull también aprovechó el miércoles para vincular la querella a la necesidad de una lista única con vistas a unas posibles elecciones plebiscitarias. “En lugar de perder energías peleándonos entre nosotros deberíamos tener muy claro que el adversario es el Estado. Lo que desespera al Estado es vernos juntos para ir adelante. Tenemos que ir juntos y hacerlo bien”, dijo.

Convergència también está intentando que cuaje la idea de que la querella contra Mas y dos de sus consejeras por la organización del 9 de noviembre es en realidad un “proceso político” contra el conjunto del pueblo catalán. El consejero de Presidencia y secretario de estrategia de Convergència, Francesc Homs, verbalizó ayer esta idea: “No es una querella contra unas personas concretas, sino contra una forma de hacer de un pueblo entero”, dijo. “Sería un error”, añadió, “que alguien pensara que el pueblo de Cataluña se puede parar a base de presentar querellas”.

Convergència incluso especula con el escenario de la inhabilitación de Mas, algo que los sectores más independentistas creen que daría alas a decisiones extremas como una declaración unilateral de independencia. “Llegar a la fiscalía e intentar inhabilitar al presidente de la Generalitat para dejarlo fuera del terreno político es la expresión más genuina de la impotencia del Estado español”, opinó el coordinador de Convergència, Josep Rull. Entre los partidos que en algún momento han pedido inhabilitar a Mas está UPyD, que ayer presentó su propia querella contra el presidente catalán, tres de sus consejeros y la Mesa del Parlament.

ERC espera que la batalla legal no dañe sus opciones electorales

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitó ayer referencias directas a la cuestión catalana el día en que se cumplían tres años de su victoria electoral en las elecciones generales de 2011. Rajoy se limitó a hacer una cerrada defensa de la Constitución y apostó por el entendimiento y el pacto para solucionar los problemas políticos.

ERC cree que la querella contra Mas “no dañará excesivamente” las expectativas electorales de Oriol Junqueras, que hasta hace pocas semanas encabezaba todas las encuestas de intención de voto en Cataluña, informa Maiol Roger. Fuentes de ERC explicaron ayer que esperan que la querella sí sirva para que Mas se sienta suficientemente fuerte para ir a las elecciones en solitario y deje de presionar a Junqueras para una candidatura unitaria.