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El gigante desguazado

La Armada despide al portaaviones 'Príncipe de Asturias' que será subastado como chatarra

Toneladas de acero para la chatarra. La Armada se despidió hoy por última vez de su antiguo buque insignia, el 'Príncipe de Asturias', un portaaviones de 25 años que ya era viejo para navegar. Del gigante armado apenas queda un esqueleto hueco de color gris naval y 13.400 toneladas inmóviles. Este mediodía, el nombre del navío fue dado de baja en la lista oficial de buques en activo del Ministerio de Defensa en una ceremonia castrense y discreta en el Arsenal Militar de Ferrol, donde está que presidió Jaime Muñoz Delgado, el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema).

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De manufactura gallega, el 'Príncipe de Asturias', o R-11 en la jerga operativa de Marina, 'nació' en la ría Ferrol, diseñado y construido en los astilleros públicos de Navantia -antes Bazán- de los que zarpó en 1988 para revelar al 'Dédalo'. Hasta 2010, el portaaviones fue el primer buque de la flota española con 198 metros de eslora (largo), 596 tripulantes y una cubierta de vuelo de 175 con capacidad para 25 aeronaves. Circunnavegó el globo, hizo escala en puertos de todo el mundo y tuvo 14 comandantes distintos. En los noventa intervino en las guerras del Golfo Pérsico y Bosnia desplegado con las fuerzas de la OTAN y participó en varias misiones humanitarias. En 2005 fue un figurante naval de lujo desfilando en los actos conmemorativos del 200 aniversario de la batalla de Trafalgar ante la reina Isabel II, pero todo este currículo marinero no lo ha salvado de un final infeliz que terminará en el desguace.

Su último periplo marino fue un paseo desde la base naval de Rota hasta la ría de Ferrol, del 6 al 8 de febrero, que terminó con el buque amarrado al dique número 7 de Navantia, el mismo astillero que lo parió y donde ha estado estacando los últimos diez meses como en un escaparate en busca de comprador. Mantenerlo en servicio costaba unos 30 millones de euros cada año y el ministerio de Pedro Morenés optó por prejubilarlo. La Armada trató, sin éxito, de buscar clientes entre las marinas de otros países y varias delegaciones extranjeras – Angola o Indonesia, por ejemplo- lo visitaron en la ciudad naval sin que la negociación llegara a buen puerto. Descartada esa vía, el 'Príncipe de Asturias' será subastado por el Estado como chatarra marina. Antes, Defensa dedicará las próximas semanas a esquilmar su estructura para retirar todos los equipos militares y elementos útiles a bordo desde el hospital a la panadería, pasando por los camarotes el gabinete odontológico y las salas informáticas. Solo una oferta de alguna armada extranjera salvaría al portaaviones del desguace. Mientras no llega, el buque cuelga el cartel de 'Se vende'.

 

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