Lo que podemos pedir a las máquinas
Una suerte de inocencia fetichista pretende que las técnicas digitales resolverán nuestros problemas urbanos, económicos y sociales. Pero en el territorio no hay más inteligencia que la de aquellos que lo habitan
Una suerte de inocencia fetichista pretende que las técnicas digitales resolverán nuestros problemas urbanos, económicos y sociales. Pero en el territorio no hay más inteligencia que la de aquellos que lo habitan