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Reportaje:

"Sí, quiero... tu dinero"

Las bodas de conveniencia se multiplican en España al abrigo de Internet

Jesús García Bueno

"Deseo encontrar a un hombre que se case por conveniencia. Le pagaré por este favor. No soy gay. Soy peruano y quiero trabajar". "Hola. Somos una pareja española que quiere casarse con gente sin papeles. Pedimos seriedad". "Busco dama española para casamiento. Pago 4.000 euros y viaje a Colombia". "Por necesidad, busco a una extranjera que quiera arreglar sus papeles a cambio de dinero. No pido sexo".

César cobrará 6.000 euros a Paula, una mexicana que quiere instalarse en España con su novio marroquí

Internet está plagado de anuncios como éstos. El interesado anota su dirección de messenger o un número de móvil y espera. A los pocos días habrá recibido decenas de ofertas. En los enlaces por conveniencia, uno de los contrayentes -el español- busca un sobresueldo fácil: puede ganar sin despeinarse entre 3.000 y 12.000 euros. El otro -el inmigrante- persigue una vía rápida para regularizar su situación en España: una vez consumado el matrimonio, obtiene el permiso de residencia y, al cabo de un año, la nacionalidad. Puro intercambio mercantil.

El fraude existe desde hace años. Pero la Red -inmediata, subterránea y anónima- lo ha multiplicado. Aunque no hay datos oficiales, los casos conocidos "son sólo la punta del iceberg de una práctica extendida", sostiene el comisario jefe de Extranjería en Barcelona, José María Hidalgo. Casarse sin amor y sin intención alguna de convivir no es delito. Sí lo es, en cambio, una boda que "va a favorecer la inmigración ilegal", subraya Hidalgo.

La policía lo tiene crudo para combatir las bodas blancas, llamadas así porque la pareja no llega a consumar su ficticia e interesada unión. Aun así, hay pistas. En ocasiones, el pago "deja rastros"; sobre todo cuando detrás del enlace está la sombra de una red organizada, como las dos que se han desarticulado en el último año en Barcelona. Las sospechas saltan también cuando el divorcio es inmediato. O cuando la pareja es incapaz de responder, durante el cuestionario previo, a algo tan sencillo como "dónde se conocieron".

En ésas están ahora César y Paula, nombres simulados de dos jóvenes que irán al juzgado a darse el sí, quiero porque les conviene. "Estamos estudiando para la boda, como en un examen", dice César con franqueza. Puso un anuncio en Internet para "sacar algo de pasta" y porque "está de moda". A Paula, dice, le cobrará 6.000 euros. Pero no de golpe. Primero 2.000. Luego, el resto. Él tiene trabajo y la ha acogido en su piso de Valencia "para no levantar sospechas" de la policía y para conocerse mejor: quieren superar la entrevista del juzgado. Y como las preguntas también están en la Red, se las están empollando de memoria.

Pese a vivir juntos, César no tiene ninguna intención libidinosa para con Paula, una estudiante de Derecho mexicana que pretende instalarse en España con su novio, de origen marroquí. De hecho, el novio también busca una boda falsa para arreglar sus papeles. Después de tres semanas intercambiando e-mails, hablaron por teléfono. "Ella quería estar segura. Y ahora aquí estamos, pactando que nos conocimos en unas fiestas populares de Valencia...".

En las bodas blancas, dice el comisario jefe, no siempre media el interés económico. También hay quien lo hace por solidaridad. O quien, muy a su pesar, se enamora. Por lo general, se trata de un español de edad avanzada que se encapricha de una joven extranjera y guapa y se ve abandonado y solo a los pocos días de jurar amor eterno. La policía emplea un nombre muy elocuente para este tipo de enlaces, que también crecen al abrigo de Internet: matrimonios "de amor engañoso".

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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