"Yo defiendo a los empollones"
Pregunta. ¿Le sorprende ser el Diputado Revelación o está acostumbrado a brillar y relucir?
Respuesta. Menos mal que revelación es con uve. Es mi primera legislatura, y es verdad que he tenido mucha actividad, luego sorpresa no es, aunque siempre es agradable recibir un premio así.
P. ¿Cuál ha sido su personal revelación?
R. Aparte de un gran honor, el Congreso es una experiencia que impone: la primera pregunta oral al Gobierno me tocó hacérsela a Solbes, que es muy hábil.
P. No fue a recoger el premio de los periodistas parlamentarios. ¿Por menos de un oscar no desenfunda?
R. No es por eso. Es que estamos en una época tremendamente mala, y cuando se gana se tienen aún más ocupaciones que estando en la oposición.
P. Qué fuerte. Tener tiempo para revelarse habiendo pasado la mitad de la semana en Berlín los últimos tres años.
R. Los fines de semana. El resto estaba en el Congreso. Bueno, y en Albacete, que es mi circunscripción. A veces hacía la conexión Berlín-Albacete.
P. Se dice que es usted la sombra de Rajoy. ¿Quién es el sol: Ayllón, Ana Pastor, Soraya?
R. Ni tiene sombra ni tiene sol. Él brilla por sí mismo. Él es la estrella, claramente.
P. Ha ido con él a ver a Merkel y Sarkozy. Dígame que no suena para algo gordo. ¿Ministro, jefe económico de La Moncloa?
R. Esa pregunta es para el señor Rajoy. A veces un secretario de Estado manda más que un ministro. Y, además, hablar de estas cosas trae muy mala suerte.
P. Tiene un hermano gemelo jefazo de la CEOE. Y usted, en el machito del PP. ¿Todos cuerpo a tierra?
R. No, no. Mi hermano y yo hemos tenido trayectorias académicas muy similares y profesionales bastante más diferentes.
P. En las oposiciones, fue número uno, y él, el dos. ¿Es usted el hermano listo?
R. Bueno, fue por un punto de diferencia en casi 100 que había.
P. ¿Se siente retratado con el sobrenombre de Pitagorín?
R. Yo es que defiendo a los empollones, porque en España necesitamos gente bien formada y bien valorada.
P. No me lo imagino jugando a algo normalito de pequeño.
R. Lo que más me gustaba eran los juegos de estrategia. Eran trozos de pizza y partidas de siete u ocho horas. Había uno que te preparaba para la política. Se llamaba República de Roma, y madre mía: aquello sí que era apuñalarse los unos a los otros.
P. Ideal como entrenamiento.
R. Pues a mí me sorprendió cuando entré en política, porque la pintan tan mal, y luego hay mucho más compañerismo y trabajo de lo que la gente se piensa.
P. Que venga al Congreso en bici, vale; pero que pretenda amarrarla a los leones...
R. No la amarro a los leones. Me la traigo a mi despacho, que es donde mejor está. Y donde le puedo hacer, más tranquilo, alguna que otra reparación.
P. ¿Son tan fieros los leones como los pintan?
R. Los de aquí, sí. La política consiste en trabajar con las ideas y los prejuicios. Y es el material más duro que existe.
P. ¿Por qué señoría bebe los vientos?
R. Hay tanto donde elegir que sería un agravio para las demás.
P. Aparte de los vientos, ¿qué bebe?
R. Me gusta mucho el cava y el champán. Incluso a veces para toda la comida.
P. Confiese que echará de menos a Bono.
R. Bueno, Bono es un animal político, uno de esos monstruos que crea la naturaleza para este tipo de negocio. Está claro que es un personaje del que se aprende mucho en política.
P. ¿Cuáles son sus virtudes domésticas, si es que las tiene?
R. Sí, sí. Según mis hijos, hago los mejores sándwiches y el mejor pato al Oporto del mundo. Y lo de compartir en casa lo tengo clarísimo.
P. Yendo en bici eléctrica no es que se mate a ejercicio.
R. Cuando tenga tiempo tengo que retomar la esgrima.
P. ¿Cree que tendrá que aplicarla mucho a corto plazo?
R. Es un deporte que, aparte de requerir fortaleza y potencia física, es un juego de inteligencia. Es intentar engañar.
P. Ya le digo.
R. Es importante para saberte defender. La defensa en esgrima es tan importante como el ataque.
P. ¿Aficiones gastronómicas, dado que dice cocinar bien?
R. Yo como de todo. Lo único que no soporto es la dieta blanda: lo del jamón York, la tortilla francesa, la merluza hervida.
P. Comer de todo le vendrá bien en política.
R. En política, el plato habitual es el sapo, sí [risas].
Perfil
El secretario de Economía y Empleo del PP tiene 41 años y dos hijos, conciencia de primero de la clase y certeza de estar a punto de pasar de la bici al coche oficial. Se define como melómano empedernido -música clásica y bandas sonoras-, y poco lector de literatura, aunque sí de economía o historia. Para relajarse utiliza el cine en casa. Muestra algún nerviosismo durante la charla. "Soy de tics", confiesa.
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