"Es cierto: ellos son patosos sociales; y nosotras, patosas tecnológicas"
Está algo contrariada Cecilia Castaño porque el Starbucks que ha elegido para desayunar carece de conexión wi-fi. "Qué raro", dice mientras teclea su móvil. A esta catedrática de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid se le nota un tanto incómoda si no accede al mundo que mejor conoce, el de las nuevas tecnologías. Castaño es una experta investigadora del universo digital y está especializada en analizar el papel de las mujeres. ¿Existen diferencias de género en el comportamiento de los internautas? ¿Hasta qué punto es cierto el tópico de la tecnofobia femenina?
De su conversación, de sus conferencias y de sus libros -Internet y la trama de nuestra vida (2004) y La segunda brecha digital (2005)- se puede deducir que las mujeres han cogido a tiempo el tren de la gran revolución del siglo XX... pero siguen viajando en el furgón de cola. Hay pocas chicas matriculadas en las facultades de informática, menos aún, empleadas en empresas de ingeniería tecnológica y prácticamente ninguna en la alta dirección. Y, según esta almeriense, tampoco en el uso cotidiano de la Red los dos sexos corren parejos. "Los hombres son habilidosos tecnológicos y patosos sociales; las mujeres, habilidosas sociales -sobre todo en comunicación- y patosas tecnológicas. Es el tópico. Lamentablemente, responde a la realidad", comenta.
Esta catedrática sabe que la mujer sube al tren tecnológico... en el furgón de cola
Éste es el segundo desayuno de Cecilia Castaño. El primero, al amanecer y en su casa, dietéticamente impecable: infusión, fruta y tostada con jamón de York sin mantequilla; el segundo ha comenzado con un descafeinado y al final -"para que esto no quede tan austero"- ha añadido zumo de naranja, ajena al despliegue de bollería que llena los estantes de la cafetería y que se nota que detesta.
Ahora está investigando algo que intriga a los sociólogos europeos. ¿Qué les pasa a las adolescentes que al cumplir los 18 dejan de ser tan hábiles informáticas como los varones y se sumergen en un agujero negro? Hasta esa edad su capacidad es similar; después, las chicas se estancan y retroceden; los chicos, aprietan el acelerador y las dejan definitivamente atrás. "Hay razones objetivas para desanimar a las mujeres hacia las carreras técnicas que están en la estructura misma del sistema de enseñanza", reflexiona, "pero sobre todo ocurre que cruzan el umbral de la indefinición de la personalidad, y entonces hacen lo que se espera de ellas. El vestidito rosa, los lacitos, la sumisión, la dulzura femenina, la entrega a los demás y todos esos supuestos valores del estereotipo femenino, pasan factura".
Con todo, Cecilia Castaño cree que Internet resulta especialmente útil para las mujeres. "La actividad de las internautas de países como Irán o Arabia Saudí resulta sorprendente. Ellas se benefician mejor de la Red en escuelas y universidades, crean blogs, opinan, se burlan en cierta forma del sistema que las silencia. En Latinoamérica ha habido programas para dar acceso tecnológico a pueblos remotos. También han sido las mujeres las más lanzadas a esa ventana inmensa que es Internet. ¡Y cómo lo aprovechan!".
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