"¡Manda huevos! es el lema de mi pontificado"
Pregunta. Confiese qué supone para usted el Huevo de Oro que le ha dado esta semana el Instituto de Estudios del Huevo.Respuesta. Me resulta muy complicado qué hacer con él. Si fuera un diente, me lo pondría. Pero con el huevo no me atrevo a hacer nada.
P. Su "¡Manda huevos!" se le pone en un pico si tienen que ser todos de ese metal.
R. Quién sabe si no era ésa la intención, para sufragar algún déficit.
P. Este reconocimiento al lema de su mandato en las Cortes, ¿es su condecoración favorita?
R. Confieso que es y creo que será la más entrañable. El "¡Manda huevos!" es, digamos, el lema de mi pontificado.
P. ¿Es mejor ser dueño de la maza en el Congreso o jefe de los soldados?
R. Aquí tengo sable, que es más eficaz.
Perfil
El ministro, 48 años, cinco hijos, tiene fama de hombre exigente y de adversario duro, a pesar de lo cual luce una refrescante coña fina levantina, en denominación propia. Amante de la bicicleta, la cocina, el buen vino, la guitarra, la ópera y la poesía, ayer fue nombrado fester d´honor de los romanos y cartagineses de su pueblo. Él va con los cartagineses.
P. ¿Qué ha aprendido desde su llegada?
R. Un refrán terrible que me gusta muchísimo: mando que no abusa, se desprestigia.
P. Podría ser su divisa en el ministerio.
R. Lleva camino de serlo.
P. ¿Se ha llevado más sorpresas en las Cortes o aquí?
R. Aquí, aquí, sin ninguna duda. Un día me sorprenden con un desfile que no esperaba; otro, me sale uno del armario; otro día me aparece un submarino nuclear...No hay tiempo de aburrirse.
P. Hablando de salidas del armario, ¿qué le ha parecido la del teniente coronel Sánchez Silva?
R. De las 180.000 personas que componen las Fuerzas Armadas no se habrá visto ni una sola palabra de recriminación, sino antes al contrario: el respeto por la decisión del teniente coronel.
P. ¿Y no pensó: "¡Si el beato Escrivá levantara la cabeza"!?
R. Los católicos tenemos una doctrina muy clara del respeto a la condición sexual de las personas.
P. Dijo de Shakespeare: "Es un nuevo miembro de mi familia". ¿Cuántos pueblos se pasó?
R. Todos los que ha cruzado mi familia durante nueve años sufriéndome hasta en el coche con Shakespeare.
P. ¿En el Parlamento de los Tudor cabría un presidente diciendo: "Señorías, no se me asilvestren"?
R. Bueno, yo creo que Tomás Moro fue un speaker de ironía y de ingenio.
P. Cuando en una entrevista le preguntaron cómo se dice en inglés "¡Manda huevos!" y contestó sin pestañear: "To be or not to be", ¿no se le desplomó la calavera?
R. Se hizo pedazos. Y los huesos de Shakespeare se removieron en su tumba.
P. Literariamente hablando, ¿para cuánto le daría Aznar al autor de Macbeth?
R. Aznar es un hombre muy templado, algunos dicen que muy frío, y no demasiado expresivo. Y además, no tiene excesos como los personajes dramáticos.
P. Es usted cartagenero, como Ortega Cano y como Navarro Valls, portavoz del Papa. ¿Les cambiaría el puesto?
R. A Navarro no, porque yo no soy nada clerical. No me gusta la política vaticana. A Ortega Cano depende cuál [Risas]. Una vez en el hemiciclo vacío lo subí a la tribuna de oradores y me dijo: "Prefiero encerrarme con seis mihuras a estar cinco minutos hablando aquí".
P. ¿Y usted?
R. Pues yo prefiero encerrarme seis veces con Corcuera a ponerme delante de un mihura.
P. ¿Sigue sin imaginarse a un obrero como ministro de Trabajo, a un barbudo en Exteriores o a uno que se llama Cipriá en Interior, como dijo en la campaña?
R. No dije obrero: dije a Frutos en Economía. Lo del barbudo fue una broma con Ríos, que he querido compensar enviándole mi tesis. Todavía le debo una cerveza, porque para leerse lo de Shakespeare hay que tomarse alguna.
P. ¿Habrá sobrevivido a tal lectura?
R. Pasé de la injuria al agravio, quiere usted decir.
P. ¿En Defensa sigue haciendo versos a las huestes?
R. Todavía no he probado a dedicarle un endecasílabo a un general. No sé cómo lo encajaría. Tendría que ser en verso heroico.
P. ¿Y se atrevería ahora mismo a tener un detalle con la tropa?
R. Sí, sí. Tendrá que ser en arte menor...Ya está: Si no quieres ir al castillo/ has de obedecer a Trillo.
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