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Entrevista:ALMUERZO CON... MARTIN SHEEN

"He hecho películas malas, pero así mantuve a los míos"

Gregorio Belinchón

Parte trasera de la catedral de Burgos. A la mesa se sientan a comer el presidente de Estados Unidos Josiah Bartlet, el capitán de policía Quennan, el currito Carl Box, el capitán Benjamin Willard y el granjero Kit. Por suerte para las cuentas de este periódico, todos ellos son sólo una persona, Martin Sheen (Dayton, 1940), y el almuerzo corre por cortesía de la productora de su nuevo filme, The way.

Esos personajes (sus caracteres en la serie El ala oeste de la Casa Blanca, en Infiltrados, Wall Street, Apocalypse now y Malas tierras) tienen el rostro de Ramón Antonio Gerardo Estévez, el auténtico nombre de Martin Sheen, hijo de un inmigrante gallego. "Nunca me cambié oficialmente el nombre, y estoy muy orgulloso". Mira el catering y se decide por una ensalada y fruta. "Es que tengo que correr luego detrás de un ladrón".

El presidente de 'El ala oeste...' rueda una película en el Camino de Santiago

Sheen protagoniza The way, la historia de un médico que recorre el Camino de Santiago portando las cenizas de su hijo. En Burgos le roban la mochila con la urna. De director, Emilio Estévez, el hijo de Sheen, actor reconvertido en estimable realizador, como mostró Bobby.

Martin Sheen casi no habla español -"envidio a mi nieto tanto como le admiro: mira cómo lo habla él"-, aunque grita y gesticula como un latino. Se calienta hablando de Bush; ríe cuando habla de su clan... Durante años fue conocido por apoyar cualquier causa liberal; y acabó detenido 70 veces. "Alguien me dijo que perdí muchos contratos, pero otros me llamaron por esa actitud". Hoy se define más espiritual. "Soy católico, y mucha de esa espiritualidad está en este filme. He tenido una vida extremadamente feliz, con los normales altibajos en mi carrera. Pero he sobrevivido a las enfermedades, mi familia es maravillosa... Creo en una Iglesia que hace labores increíbles en el Tercer Mundo. Otras cosas, como algunos mensajes del Papa, se me hacen difíciles. Yo vivo mi fe, y es entre Dios y yo".

El ala oeste de la Casa Blanca lo recuperó para las nuevas generaciones. "Nunca pudimos sospechar el éxito de la serie". Su Bartlet es antes Premio Nobel de Economía que presidente; Obama ha hecho el camino inverso. "Significa que el mundo apoya sus pasos. Nos ha dado una esperanza inmensa; y fue un alivio ver marchar al horrible Bush. Se ha portado como un matón durante su mandato". Sheen reconoce que siendo Bartlet un presidente pluscuamperfecto, hubo cosas que a él no le gustaban: "Nunca hubiera permitido que nadie fuera ejecutado". ¿Hace ya sólo los filmes que quiere? "Con mi currículo repleto de malos títulos no puedo abrir la boca... Soy actor y así he mantenido a mi familia. Pero habré estado en unos 10 filmes de los que puedo sentirme orgulloso...". Se le cae el café, su nieto trae servilletas. "¿Ves? Por regodearme en mi carrera. Castigo divino".

Él, que ha encarnado a varios presidentes, ¿sabe si existe el toque presidencial? "La noche que eligieron a Clinton, cuando salió de su habitación convertido en el presidente electo William Jefferson Clinton, uno de sus amigos le dijo a otro: 'Parece diferente'. Y el segundo respondió: 'No, nosotros le miramos diferente'. Pues eso". Llamada al rodaje. Sheen mira a los ojos e invita a acompañarle a la filmación. Si ésa no es una mirada presidencial...

Sheen es en verdad Ramón Antonio Estévez, hijo de gallego.
Sheen es en verdad Ramón Antonio Estévez, hijo de gallego.MABEL GARCÍA

'Catering' del rodaje. Burgos

- Ensalada.

- Dorada al horno.

- Fruta.

- Dos aguas.

- Café.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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