"Un ¡cabrón! a tiempo desahoga mucho"

Pregunta. ¿Usted qué tal habla?Respuesta. No debo decirlo yo, sino mis interlocutores. Distingo entre interlocutores y oyentes porque los interlocutores, por ejemplo mis hijas, me dicen que cuido demasiado el lenguaje.

P. ¿Dice tacos?

R. Pocos, porque he tenido una formación más bien tradicional.

P. ¿Qué es lo máximo que se permite en público?¿Córcholis?

R. Un ¡cabrón! a tiempo des-ahoga mucho.

P. Dígame tres personajes públicos que hablen especialmente bien.

R. Landelino Lavilla, Federico Trillo, Matías Prats senior y Jorge Valdano.

P. Trillo, a pesar del ¡manda huevos!

R. A pesar del ¡manda huevos!

P. ¿La Academia tiene alergia a las mujeres?

R. Las mujeres entraron tarde en la vida pública española en todos los estamentos. Lo hicieron con mucha fuerza en la judicatura, en la Universidad...

P. ¿Y en la Academia?

R. Ahora acabamos de elegir a una.

P. Sí, la segunda.

R. Bueno, pero ha habido más, otras dos por lo menos, y espero que en un plazo corto haya bastantes más.

P. ¿Quién tiene la culpa del empobrecimiento del castellano? ¿El inglés?

R. El castellano no está empobrecido. Es riquísimo. Puede estarlo el uso que los hablantes hacen de él.

P. Dicen que las sesiones de la Academia son muy aburridas.

R. No creo que lo digan los académicos.

P. También se comenta que es una institución superconservadora. Caballero Bonald quedó fuera por un voto.

R. Es bien sabido que fue un accidente. Faltaron a la votación varios amigos suyos.

P. Tras la visita de Bill Gates a esta casa, ¿La "ñ" puede dormir tranquila?

R. La "ñ" duerme tranquila desde hace mucho tiempo, porque aunque los ordenadores no la lleven, nos apañamos. Pero esperamos que pueda estar más presente en ellos.

P. Sostuvo en una ocasión que el amor es un hecho verbal. ¿Todo es de boquilla en este campo?

R. No, lo que creo es que todo lo que es y todo lo que somos, en definitiva, es palabra.

P. Entre la picaresca clásica española y la que actualmente nos rodea, ¿cuáles son las diferencias?

R. Era mucho más divertida la clásica. Y socialmente mucho más sana, porque el pícaro por excelencia, que es el Guzmán, era un sermón, un discurso moral.

P. ¿Es preferible ser ciego o ser Lazarillo?

R. Ser Lazarillo.

P. En la serie de televisión sobre santa Teresa de Jesús usted hacía de arzobispo.

R. Fue una broma de los organizadores. Yo asesoraba el rodaje y, cuando la entrada de Teresa en Sevilla, que rodamos en Cáceres, me comunicaron de la noche a la mañana que tenía que hacer de arzobispo de Sevilla.

P. Puesto a entrar en religión, no se quedó corto.

R. O César o nada.

P. Aunque ya había apuntado maneras evangélicas llamando a sus hijas Marta y María.

R. María y Marta, para ser exacto. Hubiera querido ponerle a la segunda Covadonga. Pero mi mujer, que es leonesa, no me dejó.

P. Uno de sus trabajos favoritos es El libro de romances y coplas del Carmelo de Valladolid. ¿Me cantaría alguna?

R. No se conserva la música, lamentablemente, como no conservamos la que casi de seguro sirvió como pauta para la poesía de san Juan de la Cruz.

P. ¿Es cierto que se pirra usted por la Zarzuela?

R. No, en absoluto. Valoro algunos trozos de zarzuela porque me los elogiaron profesores de música que tuve. Mi amor está mil veces confesado: es Juan Sebastian Bach.

P. Yo decía con "Z" mayúscula.

R. ¿La zarzuela con Z mayúscula? Ehhhh... Yo soy juancarlista.