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Regina Betancourt de Liska

Una candidatura insólita para la presidencia de Colombia

Una mezcla singular de voluntad y carisma y un discurso místico-religioso han convertido a esta mujer de 49 años, que se autoproclama profetisa, vidente y el político más honesto del país, en la candidata más insólita en las elecciones presidenciales colombianas que se celebrarán el próximo 25 de mayo. Combinando populismo y ocultismo, Regina, que da en llamarse a sí misma Regina Once, ha cautivado los corazones y las mentes de miles de colombianos, la mayoría de ellos trabajadores urbanos de escasos estudios.

Regina, que afirma contar con más de dos millones de seguidores en este país de 28 millones de habitantes, irrumpió en la escena política en 1980, cuando fue elegida concejal en el Ayuntamiento de Bogotá, la capital colombiana. Tres años antes, su nombre ya había saltado a los titulares de la Prensa y escandalizado a la jerarquía católica cuando, para celebrar su cuadragésimo cumpleaños, se le ocurrió celebrar una misa en la catedral de Bogotá y dirigirse a sus adeptos desde el púlpito.Su campaña electoral para la presidencia del país se basa en un mensaje muy simple: salud, dinero y amor, junto a la denuncia de lo que considera una política corrupta. Regina opina que todo en Colombia es ilegal, que nadie respeta la Constitución y que los partidos políticos tradicionales (liberal y conservador) no están interesados en ayudar al pueblo.

Esta plataforma electoral ha catapultado a Regina hasta un escaño en el Parlamento provincial de Antioquia, conseguido en los pasados comicios regionales del 9 de marzo. Regina alegó entonces que le habían robado 200.000 votos y acusó a los dos partidos de Fraude electoral masivo.

El templo de Regina, al que cada día acuden miles de personas, está situado en el distrito industrial del oeste de Bogotá, entre fábricas y almacenes. Comprende una clínica dental, una farmacia, una cafetería -las tres con precios más bajos de lo usual en Bogotá-, una imprenta, una igencia de viajes y un auditorio.

El pasado domingo de Ramos, más de 2.000 seguidores de Regina rebosaban dicho auditorio para asistir a misa. Cada uno de ellos portaba una palma magnetizada cuyo precio era de 100 pesos (unas 600 pesetas). Ante los gritos de la multitud, la candidata hizo una bien ensayada aparición. Los asistentes contaban hasta 10 y luego exclamaban:

Regina Once, viva Regina Once". Regina ha declarado que cuando tenía cuatro años estableció contacto mental con el cardenal Angelo Roncalli, quien después sería el papa Juan XXIII. El ordinal undécimo, según ella, le fue conferido por Roncalli, ya que, asegura, el cardenal le dijo que él mismo era el décimo en la línea de los profetas.

"Para ayudar a la gente lo único que hago es encontrar los poderes que hay ocultos dentro de ellos mismos", dice, y añade, con una sonrisa, que si es elegida dará trabajo a todo el mundo en un plazo de seis meses.

Ha afirmado, igualmente, que con sus poderes es capaz de mover nubes y que predijo la catástrofe del volcán colombiano Nevado del Ruiz, cuya erupción, el pasado 13 de noviembre, causó más de 23.000 muertos. Regina había enviado el 23 de septiembre un telegrama al presidente de Colombia, Belisario Betancur, avisándole de un inminente desastre, telegrama que fue publicado en algunos periódicos de provincias.

María Católico Plazas, de 60 años, una de las seguidoras de la candidata, aseguró al final de la misa del domingo de Ramos: "Regina me da salud y amor, me ayuda a encontrar a Dios dentro de mí. Difunde bondad y no tiene intenciones políticas, sino sólo el deseo de ayudar a la gente".

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