Una zona de Asturias, reservada para estudiar la captura de CO2

Una zona de Asturias y parte de la plataforma continental han sido declaradas por el Gobierno zona de reserva provisional para estudiar las estructuras subterráneas susceptibles de convertirse en almacenamiento de CO2. El Consejo de Ministros aprobó ayer esta reserva y asignó a Hunosa el trabajo de exploración durante un año renovable. Además, el Gobierno recibió el informe del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino sobre el anteproyecto de Ley de Almacenamiento Geológico de CO2, siguiendo la directiva de la UE correspondiente.

La ley tardará unas semanas en estar lista para ir al Parlamento, explicó ayer Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático. Se trata de evitar lagunas jurídicas en relación con la puesta en marcha de proyectos e infraestructuras de secuestro del dióxido de carbono, es decir, de la captura de este gas en procesos energéticos e industriales y su inyección en depósitos profundos bajo tierra.

"Es un desarrollo tecnológico que va a ser clave a medio plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el horizonte de 2050", explicó Ribera. "Por ello, es importante tener cuanto antes el marco jurídico para su implantación y condiciones de seguridad, no porque suponga riesgo alguno para la salud, sino para garantizar que no hay fugas de CO2 a la atmósfera".

Las tecnologías de secuestro de carbono han sido evaluadas positivamente por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), pero advirtiendo que hay que desarrollar aún metodologías de evaluación y vigilancia de escapes.