El vertido de crudo del golfo de México es el mayor de la historia
EE UU investiga si trabajadores de BP sacaron provecho de la fuga usando información privilegiada.- La petrolera continúa la venta de activos con su filial colombiana
El de la plataforma petrolífera de BP Deepwater Horizon, en el golfo de México frente a las costas de Nueva Orleans, es el mayor vertido accidental de petróleo en el mar de la historia, según nuevos estudios sobre la cantidad de crudo de los que hoy informa la prensa estadounidense. Según estas nuevas estimaciones, desde el pasado 20 de abril, cuando estalló la plataforma, han salido de sus tuberías casi cinco millones de barriles de petróleo, muchos más de los 3,3 millones en los que se estimó el vertido de la plataforma mexicana Ixtoc I en la bahía de Campeche, al sur del golfo de México, en 1979, considerado hasta ayer el máximo histórico. Sólo el vertido intencionado al Golfo Pérsico de ocho millones de barriles perpetrado por soldados iraquíes en 1991, durante la primera Guerra del Golfo supera al de la plataforma de BP.
"No hemos tenido nunca un vertido de esta magnitud en el océano", comentó ayer Ian R. MacDonald, profesor de Oceanografía de la Universidad de Florida, que ha participado en la estimación. "Estas cosas repercuten en el ecosistema. Creo que estaremos escuchando los ecos de esto, ecológicamente hablando, para el resto de mi vida", ha declarado el científico, miembro del equipo federal de científicos e ingenieros que ha elaborado los nuevos análisis, a los que califican de "los más precisos hasta la fecha" sobre el vertido de BP.
Según sus cifras, antes de que se sellara el vertido el pasado 15 de julio, cada día salían de la plataforma de BP 53.000 barriles de crudo. Por entonces, el vertido había descendido algo su ritmo; en un primer momento, llegó a expulsar 62.000 barriles diarios. Hasta estos nuevos datos, las cifras que se manejaban oscilaban entre los 35.000 y los 60.000 barriles diarios.
De los 4,9 millones de barriles expulsados hasta ahora, unos 800.000 han sido recuperados por BP en los trabajos de contención, lo que deja más de 4 millones de barriles flotando por las aguas del golfo de México o incrustados en las costas. Los nuevos datos también suponen un varapalo económico para BP, obligada a pagar una multa de entre 1.100 y 4.300 dólares (entre 835 y 3.200 euros) de multa por cada barril vertido, según la ley de Aguas Limpias que rige para estos accidentes.
Según ha reconocido la petrolera, el coste del vertido y las posteriores indemnizaciones tendrá un coste para sus cuentas de 25.000 millones de euros, un dinero que ya ha provisionado y que le ha supuesto unas pérdidas récord de 13.000 millones en el segundo trimestre del año. El vertido también se ha llevado por delante a su consejero delegado, Tony Hayward. Para hacer frente a esta cantidad de fondos, BP ha empezado a deshacerse de activos no estratégicos en Centroamérica, Asia o Alaska. Dentro de esta política, hoy ha anunciado la venta de su filial colombiana a una sociedad canadiense por poco menos de 1.500 millones de euros.
Información privilegiada
Por otra parte, el regulador del mercado de valores estadounidense (SEC, en sus siglas en inglés) ha abierto una investigación para averiguar si algunos de los trabajadores de BP han sacado provecho del vertido en el golfo de México a fuerza de vender información privilegiada a los inversores.
Según fuentes cercanas a la investigación, pocos días después de que la plataforma Deepwater Horizon se hundiese, se empezó a negociar con la información sobre cada uno de los pasos que daba el gigante energético británico para enfrentarse a la tragedia.
Esa información puede haber ayudado a algunos accionistas a esquivar los desplomes en la cotización de BP y evitar pérdidas de hasta un 13% ante dificultades como los intentos fallidos de sellado de la fuga. Pero no es el único riesgo financiero que afronta la compañía británica, que ya fue acusada de fraude y que ahora mismo está enfrascada en relanzar su imagen y restablecer la confianza de los inversores. La SEC también advierte ante posibles fraudes relacionados con las tareas de limpieza de la región.
En los últimos meses, el regulador se ha visto obligado a suspender la cotización de al menos dos empresas -Green Energy Resources, en junio, y ACT Clean Technologies, en mayo- ante las dudas sobre la información que apuntaba a su presunta participación en la limpieza.
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