Los tratamientos para el cáncer de mama se individualizan
La extensión y la base genética determinan la combinación de fármacos a usar
Se acabó hablar de cáncer de mama así, en general. Dependiendo de su base genética y de su extensión en el momento del diagnóstico, cada vez hay una mayor especialización. Y los científicos corren para tapar cada hueco, con tratamientos específicos que se adapten a cada una de esas circunstancias. Dos estudios con participación española marcan estos avances en el simposio que se ha celebrado en San Antonio (Tejas).
Aparte de identificar bien el tumor, la clave de los últimos avances está en la combinación de fármacos. Así, por ejemplo, el estudio Neosphere, en el que han participado ocho hospitales españoles, ha demostrado que en los tumores de la vía de señalización HER2 (con ese gen implicado, lo que se da en un 25% de los 16.000 diagnósticos anuales que se dan en España) una triple terapia con dos anticuerpos monoclonales (células del sistema inmune entrenadas para atacar células tumorales, como pertuzumab y trastuzumab) y quimioterapia consiguió una desaparición del cáncer antes de la cirugía del 45,8% en los casos en que solo estaba afectada la mama, y de un 40% si ya había ramificaciones a la axila. Con el tratamiento anterior (solo un anticuerpo monoclonal, el pertuzumab, y laquimioterapia) se conseguía en el 29%.
La desaparición del tumor implica una curación (medida como que no hay recaídas a los cinco años) del 90%, dice Ana Lluch, del Hospital Universitario de Valencia. Incluso en un 17% no hizo falta la quimioterapia.
Estudio Solti
Otro trabajo, este sobre pacientes con la variante genética ErbB2/HER2, ha descubierto que un tratamiento con dos anticuerpos, lapatinib y tratuzumab, y 12 semanas de anticuerpos, consigue resultados aún mejores: una desaparición del tumor en el 51% de las mujeres. Josep Baselga, que lo ha dirigido, explica que de esta manera se reduce la toxicidad relacionada con la quimioterapia. ESte tipo de cáncer afecta a una cuarta parte de las mujeres diagnosticadas, y es de los de peor diagnóstico y tratamiento.
Estas terapias, sin embargo, todavía no se puede ofrecer a las pacientes porque están en fases de ensayos.
Otros avances
Pero no son estos los únicos avances en oncología que se han publicado recientemente. Aunque a un nivel aún más lejos del posible uso en la práctica clínica, un reciente artículo en Cancer Cell apunta a otra posible diana terapéutica. Si las células cancerígenas se caracterizan porque se dividen mucho (una fase que se conoce como mitosis), un trabajo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha demostrado que interferir esa fase es eficaz para evitar el crecimiento del tumor. Para ello se han usado ratones transgénicos a los que se ha eliminado un gen, el Cdc20, que participa en el proceso.
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