"El sida no es una cuestión médica, sino social"
Profesora de gimnasia y madre de un hijo, la argentina Patricia Pérez es la primera mujer seropositiva candidata al Premio Nobel de la Paz por su labor al frente de la secretaría para América Latina y Caribe de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/Sida (ICW), la única organización existente en el mundo dedicada a este colectivo. Para Pérez, seropositiva desde hace 20 años, la nominación es una oportunidad única para incluir el sida en la agenda política de los países. Precisamente el pasado martes se abrió en la capital argentina el IV Foro Latinoamericano sobre el VIH/Sida en el que participan los Gobiernos de la región.
La ICW agrupa a unas 8.000 mujeres de 57 países, un colectivo especialmente golpeado por el estigma social dado que en los casos en que son madres sufren la discriminación, además de en carne propia, en los hijos. "Yo aguanto lo que sea, pero que toquen a los chicos es terrible", confiesa Pérez. En Latinoamérica la mayor parte de las mujeres infectadas son cabezas de familia "y siguen llevando el peso del trabajo en sus hogares sin hacer un alto". Las mujeres quedan además relegadas a un segundo plano en los foros en los que se deciden medidas y políticas respecto a la enfermedad. "Todo el mundo habla de la globalización de la epidemia, pero ¿hay mujeres esos actos, en esas presentaciones?. En el discurso, las mujeres están presentes, pero en la acción no se las tiene en cuenta", asegura Pérez.
"En Argentina es año de elecciones y las siglas VIH ni siquiera salen en los programas"
Bajo el lema Nada para nosotros sin nosotras y la dirección regional de Patricia Pérez, la organización trata de poner este problema entre las prioridades políticas de la región. Y es esa labor la que, a propuesta de personalidades hondureñas y respaldada por el Congreso Argentino ha lanzado a Pérez en la carrera del Nobel. "La nominación nos puede ayudar mucho", explica. "El problema que existe es que en los Gobiernos, por ejemplo, el ministerio de Sanidad se encarga del tema del sida pero ¿y el de Educación? ¿y el de Trabajo? Sólo podemos lograr algo si el sida está en lo alto de la agenda política. Éste es un año de elecciones en Argentina, y las siglas VIH ni siquiera salen en los programas", subraya.
Para la directiva de ICW, paradójicamente, los avances en el tratamiento de los seropositivos han provocado que la preocupación por la extensión de la pandemia haya disminuido en la sociedad. "Ha sucedido que a partir de la difusión de cantidad de tratamientos y de que las personas infectadas han pasado a tener una mejor calidad de vida -es cierto que ya no se mueren como hace 20 años- el común de los ciudadanos se ha relajado un poco ante la amenaza del sida", explica Pérez, para quien las administraciones y los medios de comunicación también tienen su parte de responsabilidad en el fenómeno. "No hay campañas de prevención permanentes y efectivas y el tema ha dejado de estar en la calle. Si abres los periódicos del día normalmente no se dice una palabra sobre el VIH".
Otro factor que destaca es la excesiva medicalización de la infección que en muchos casos provoca una desatención de aspectos igualmente importantes, como el psicológico, en el tratamiento de los afectados. "Se trata como una cuestión médica pero no hay que olvidar que tiene una vertiente social, donde se producen casos de discriminación y hasta violaciones de los derechos humanos, pero sucede que este acompañamiento del aspecto médico no genera dinero", denuncia.
Latinoamérica con dos millones de personas infectadas por el virus es la segunda región del mundo -tras el África subsahariana- donde el VIH está más extendido. "Se habla mucho de cifras y datos, pero lo que no debemos olvidar nunca es que estamos hablando de personas que viven con el VIH", destaca la candidata argentina al Nobel, quien jamás pensó que su lucha por los derechos de las mujeres infectadas pudiera llevarla a las puertas del galardón más prestigioso del mundo. Ahora trata de compatibilizar su labor con un trabajo en un negocio familiar y la educación de su hijo. Como siempre, una mujer que tiene que llegar a todo.
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