A un paso de los clones
La ONU alerta sobre la inminencia de las copias humanas si no se prohíben
Una pareja de un país en el que está prohibida la clonación reproductiva viaja a otro país en el que no está prohibido expresamente este método, para obtener un hijo clonado de uno de los padres. ¿Qué pasará con ese niño cuando llegue con sus padres de vuelta a su país? ¿Tendrá los mismos derechos, a pesar de que es un ser humano ilegal? Expertos de la Universidad de la ONU se han hecho éstas y otras preguntas y han llegado a la conclusión de que urge llegar a un acuerdo internacional para prohibir la clonación reproductiva, o bien prepararse para poder garantizar los derechos de los individuos clonados.
La clonación reproductiva es inminente si no se sitúa fuera de la ley internacional, aseguran los autores del informe ¿Es inevitable la clonación reproductiva humana: opciones futuras para la gobernanza de la ONU? elaborado por el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de la ONU, con sede en Japón. "Queremos que el informe sirva para relanzar el debate, para alcanzar un tratado internacional", ha explicado a EL PAÍS Abdul Hamid Zakri, malaisio y director del instituto. "Ese instrumento debería prohibir completamente la clonación humana, a excepción de la terapéutica, que debería ser considerada como un caso aparte para estudiar si ayuda médicamente a ciertas personas".
Los individuos clonados no tienen garantizados sus derechos
El consenso es que es irresponsable clonar con la tecnología actual
Los autores del informe consideran muy insatisfactoria la situación actual. En 2005 se discutió el tema en la ONU pero no se alcanzó el consenso sobre un tratado porque el Vaticano y otros Estados querían que se prohibiera también la clonación terapéutica, la que permite la obtención de células madre embrionarias para investigación. Más de 50 países han prohibido ya expresamente la clonación reproductiva pero otros muchos no lo han hecho.
La clonación no es tan distinta de otras prácticas reproductivas aceptadas, como la fertilización in vitro, comentó a este periódico el abogado irlandés Brendan Tobin, uno de los autores del informe, que se hace público hoy. La principal objeción a la clonación, que lleva a un consenso ético sobre la necesidad de prohibirla, es el estado actual de la tecnología.
Más que los factores religiosos, existe la percepción general de que con la tecnología actual no se podría garantizar la obtención de seres humanos sin deformidades o enfermedades degenerativas. Tobin recordó que cuando Ian Wilmut obtuvo en 1997 la oveja Dolly, el primer mamífero clonado por la técnica que se ha generalizado ahora, se realizaron centenares de intentos sin éxito. Dolly, además, sufrió enfermedades y envejeció rápidamente. Posteriormente, se han clonado ratones, cerdos, vacas y perros, así como un primate, concretamente un mono rhesus.
El informe no da crédito a los anuncios de la existencia de seres humanos clonados, como los que ha realizado el médico italiano Severino Antinori y la secta de los raelianos, pero creen que el hecho en sí está cercano.
"Existen países, como España, que han aceptado investigar en clonación terapéutica. Cuando se consiga, sólo estaremos a un paso de los clones, el que consiste en implantar los embriones en un útero femenino", dice Tobin. "Es casi inevitable que científicos sin escrúpulos sigan adelante con la clonación, y algún país la aceptará".
Al parecer, Hwang Woo-suk, el científico surcoreano que aseguró haber obtenido embriones humanos clonados por la técnica de Dolly, de los que derivó células madre, y luego se demostró que no era cierto, está trabajando en Tailandia. Además, se ha confirmado que Hwang sí obtuvo embriones humanos, aunque no por esta técnica sino por la división de óvulos, que no da lugar a embriones viables.
Los países están vinculados por el llamado derecho consuetudinario internacional, pero en la clonación la situación es confusa. "¿Si existe una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que prohíbe la clonación, que pasará con los individuos clonados? ¿Podrán heredar?", se pregunta Tobin. "En Francia, la clonación se castiga con multas millonarias y altas penas de cárcel, los problemas legales serán enormes".
Y eso sin mirar más allá, a cuando se vendan células de famoso o se obtengan sin permiso de cualquier persona para conseguir copias suyas.
Los expertos creen que en un futuro todavía lejano van a existir los clones, cuando la tecnología avance lo suficiente, y que serán aceptados por la sociedad sin problemas, pero hasta llegar a ese punto creen necesario llegar a un acuerdo legal vinculante. Y si ese acuerdo no se alcanza, creen imprescindible que las distintas agencias de la ONU, a las que va destinado el informe, empiecen a plantearse en serio cómo encarar la existencia de individuos humanos clonados.
"Hemos redactado el informe en términos muy simples porque sus destinatarios no son los científicos sino los políticos, ya que ellos son los responsables de adoptar las líneas de actuación sobre la clonación", explica Zakri, director del Instituto. El texto completo, en inglés, se puede consultar en http://www.ias.unu.edu/.
"La clonación reproductiva humana puede afectar profundamente a la humanidad", ha declarado el secretario general adjunto de la ONU, Konrad Osterwalder, rector de la Universidad de la ONU. "Hemos hecho un análisis de las oportunidades, los desafíos y las opciones que se nos presentan. Es una base firme sobre la que la comunidad internacional puede reconsiderar el tema antes de que la ciencia adelante a la política".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.