Una mesa para comodidad del tocólogo
Mucho han cambiado las cosas desde que hospitales como La Paz o Vall d´Hebrón atendían cien partos diarios. Las salas de parto eran como cadenas de montaje. Pero ahora la natalidad ha caído en picado y nada justifica, en opinión de la psicóloga Núria Vendrell, que no se cuide más la intimidad, el confort y la participación de la mujer y su pareja en el proceso. "Es cierto que en la mayoría de los hospitales el padre asiste al parto. Pero le dejan asistir como mero espectador y muchas veces sólo en la fase final. Para muchos equipos es un testigo molesto, y a la mínima complicación le echan".La mesa paritoria deja además a la mujer en la peor posición. "Sólo en un parto complicado en el que se haya de usar forceps o ventosa, el médico necesita tener ese campo de visión. Si no es así, la mejor forma de que salga el niño es en vertical y hacia abajo. Eso es lo natural, y si el obstetra se ha de agachar no pasa nada", afirma Enrique Lebrero, del grupo Acuario de Valencia. Para el sociólogo Gómez Yánez, "es difícil pensar que en la mesa de parto la mujer pueda estar no ya cómoda, sino que pueda escapar a cierto sentimiento de humillación". Empuja, le dicen, teniéndola como la tienen en la peor posición para poder hacerlo. "Es verdad que es una posición muy cómoda para el tocólogo, y que no lo es para la mujer. Pero los intentos de cambio no han prosperado", admite Vendrell.
OMS: "Las mujeres no deberían ser acostadas sobre la espalda en la posición obstétrica tradicional. Se les debería estimular a caminar durante la dilatación y a elegir la posición que deseen en el momento del parto".
Difícilmente podrán caminar si están conectadas a un monitor. Pero hay otros mitos que forman parte del ritual y que Lebrero echa por tierra. Por ejemplo: la obsesión para que el niño respire enseguida, que se traduce en la escena del corte al cordón, niño boca abajo y golpe en la nalga. "Ése es un modo muy agresivo de dar la bienvenida , innecesario la mayor parte de las veces. El bebé está respirando oxígeno a través del cordón umbilical. Cuando sale, sigue respirando a través del cordón, y no pasa nada si durante unos minutos no respira aún por el pulmón. Es mejor depositar al bebé en el regazo de la madre y dejar que se colapse el cordón. El niño irá respirando poco a poco".
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