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Las mayores reivindican que en el futuro cuenten con ellas

Mejorar la salud, incrementar la participación social y disfrutar de las nuevas tecnologías son algunas de las propuestas del primer congreso orientado a sacarle partido a la vejez

"Estoy harta de que me digan que somos estupendas y necesarias para cuidar de nuestros nietos. ¿Es que acaso ya no tenemos un proyecto de vida? Recordad que nunca seremos más jóvenes que hoy". Un público mayoritariamente femenino rompía ayer en aplausos tras la intervención de Mariqueta Vázquez, presidenta de la Asociación de Mujeres por un Envejecimiento Saludable. Como ella, otras personalidades de la política y la cultura han participado durante ayer y hoy en el primer congreso de mujeres mayores organizado por el Ministerio de Sanidad en Madrid. Unas 500 mujeres, procedentes de distintas provincias españolas, se han dado cita para conocer nuevas propuestas que mejoren la salud, la participación social y el disfrute del ocio y las nuevas tecnologías por parte de mayores de 65 años.

En este último día, el debate se ha centrado en la necesidad de participar en la vida pública, la transmisión de conocimiento y experiencias vividas para continuar sacando adelante mejoras sociales hacia la igualdad entre hombres y mujeres. Aunque ponentes como Matilde Fernández, exministra de Asuntos Sociales y senadora; o Dolors Renau, psicóloga y exdiputada en el parlamento europeo; se han mostrado optimistas por los avances logrados a lo largo de los años, como la ley del divorcio o la ley contra la violencia de género, han hecho un llamamiento para "acabar con la discriminación por edad y sexo hacia las mujeres mayores".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha insistido en la necesidad de que los hombres se impliquen en este aspecto. Para ello, ha recordado una frase atribuída a Soledad Gallego, periodista de EL PAÍS y una de las galardonadas en el acto (aunque no ha podido asistir) con la medalla a la Promoción de los Valores de Igualdad junto a Celia Amorós, ensayista y filósofa; Soledad Puertólas, escritora y académica de la RAE; Susana Olmo, periodista (a título póstumo) y Josefina Aldecoa, escritora y pedagoga: "Para combatir el antisemitismo no hace falta ser judio, para rechazar el racismo no hace falta ser negro. Pero a veces para ir contra la discriminación de la mujer hace falta ser mujer".

Zapatero, que se ha encargado de la clausura junto a la ministra de Sanidad, Leire Pajín; ha asegurado en esa misma dirección que "del compromiso permanente de los hombres depende que se acorrale y erradique" la violencia de género, una de las "peores lacras" que arrastra la sociedad.

Tras los testimonios de mujeres que dedican parte de su tiempo al voluntariado, que han conectado por videoconferencia con otras señoras de los más de 500 centros de Mayores de distintas comunidades autónomas; la actriz Lola Herrera ha dado lectura a un manifiesto en el que se pide, entre otros, el desarrollo de más servicios sociales para mujeres en situación de dependencia, acabar con estereotipos negativos asociados al envejecimiento o se tenga en cuenta el impacto de género en las formas de las pensiones.

Cuidarnos, primera persona del plural

La jornada de ayer contó con la intervención de personalidades como Josefina Samper, Carmen Alborch, Rosa Regás o Cristina Almeida, que coincidieron en la apuesta por una vejez activa (física, mental y emocional), frente a la monotonía, la discriminación o la responsabilidad agotadora del cuidado de los demás.

Pero para empezar a pensar en una misma hay que dejar de lado la culpabilidad. "Si echamos una mano a la familia que sea porque queremos, y teniendo en cuenta que si estos quehaceres diarios (preparar la cena a la hija que trabaja o recoger al nieto del colegio, por ejemplo) se convierten en una tarea obligada, nos estamos cargando los sentimientos", puntualizó Mariqueta Vázquez, que relaciona también el envejecimiento saludable con el afecto entre una hija y su madre anciana. "Hay mujeres con más de 70 años que tienen cuatro generaciones a sus espaldas. Tienen el perfil de 'cuidadora'. Y son ellas las que más necesitan ser cuidadas", zanjó. "La edad es una oportunidad para querernos", añadió Cristina Almeida, abogada y política.

En ese autocuidado, tanto la actividad intelectual como la física contribuyen a retrasar el deterioro del organismo a edades avanzadas. "La mente no envejece, sigue creando neuronas si la ejercitamos", dijo la escritora Rosa Regás. La autora de La canción de Dorotea animó a las presentes a descubrir nuevas vocaciones ocultas: "La rutina y la costumbre son los primeros enemigos de una mente activa". Para llevar a la práctica esta teoría, la organización ha instalado en la entrada del recinto una sala de ordenadores en donde varias voluntarias enseñan a sus coetáneas, desde entrenar la memoria hasta cómo usar Internet o escribir un correo electrónico. Además el congreso se retransmite en directo a través de la página web de la Obra Social La Caixa, colaboradora del mismo.

En el ámbito deportivo, María Area dio una lección de superación personal: "Estoy deseando cumplir 65 años (cumplirá en abril 64) para poder competir en otra categoría". Esta atleta veterana, natural de Bilbao, ha conseguido 54 títulos deportivos en España, obstenta el tercer puesto del mundo en Pentatlón, ha conseguido 28 récord en este país y es cinturón negro en Kárate. "No hay que llegar a competir como yo, pero hay un deporte para cada una de nosotras", dijo. "No cambiaría mi edad por otra porque estoy viviendo la madurez como nunca", añadió.

España es el país, junto a Francia, con mayor esperanza de vida al nacer (84 años) en Europa y la segunda en el mundo, según ha recordado Joaquima Alemany, presidenta en Cataluña de la Asociación Dones per la llibertat i democracia. "Dentro de 36 años existirán más personas mayores de 60 años que menores de 15", alertó Alemany, quien apuesta por elaborar más políticas de igualdad dirigidas a este sector de la población.

Una deuda pendiente

Las asistentes (entre las que se encuentra algún hombre) superan en su mayoría los 50 años. Representan a los "seis millones de mujeres que han alcanzado los 60 años" en España, según apuntó Leire Pajín. La ministra de Sanidad aprovechó la inauguración del congreso para reconocer a "esta generación que nada ha tenido y todo lo ha dado". Pajín dedicó unas palabras de agradecimiento a estas mujeres por "el papel que han desempeñado en la Historia de este país en el trabajo, dentro y fuera del hogar", como en la conquista de derechos sociales. En este sentido destacó "la responsabilidad de preservar ese legado en materia de igualdad".

Carmen Alborch, senadora socialista, señaló la importancia de implicarse políticamente. "Necesitamos que sigáis aportando vuestras ideas y experiencia a la sociedad", manifestó. Basi Quintas y María del Carmen Pérez, de 40 y 53 años, asentían con la cabeza desde el patio de butacas. Saben bien lo que es intentar convencer a las más de 150 socias de su agrupación para que aporten su granito de arena. Han venido desde Xinzo de Limia, a 40 kilómetros al sur de la provincia gallega de Orense, en representación de las 5.000 mujeres que habitan este municipio de tradición rural. "Es dificil llegar a ellas para que participen. Si viene un médico a dar una charla, van cuatro; en cambio, a las excursiones se apuntan todas", se lamentaba María del Carmen.

Como testimonio de una vida políticamente activa, Josefina Samper, militante sindical y viuda de Marcelino Camacho, compartió con las presentes algunos episodios de su vida, como las visitas que hacía a su marido cuando estaba en la cárcel como preso político durante la dictadura franquista. Una mujer que nunca se ha sentido rebelde: "Yo siempre he pensado y creido que lo que tenía que hacer es cambiar los que no estaba bien a mi alrededor", dijo. Samper añadió en su discurso que "las cosas tienen que mejorar, no podemos quedarnos de brazos cruzados", en referencia a seguir "peleando" por introducir mejoras y nuevas oportunidades que beneficien a esta mitad de la población.

Josefina Samper, militante sindical y viuda de Marcelino Camacho, durante su intervención en el primer congreso de mujeres mayores en Madrid. Comparte mesa de debate con la abogada Cristina Almeida, la escritora Rosa Regás, la política Joaquima Alemany y la secretaria de Igualdad, Bibiana Aído.
Josefina Samper, militante sindical y viuda de Marcelino Camacho, durante su intervención en el primer congreso de mujeres mayores en Madrid. Comparte mesa de debate con la abogada Cristina Almeida, la escritora Rosa Regás, la política Joaquima Alemany y la secretaria de Igualdad, Bibiana Aído.L. CONTRERAS

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