De camión a carroza: un día con "la Jorja"
Así fue EuroPride2007 desde dentro
A las once aún no ha llegado Jorja, pero la cita en el camión número 23 de la calle Alfonso XII sigue en pie. Sólo espera Marcus, un aleman cuya bebida, Speed, patrocina la carroza de tripfamily. Este año tiene mejoras que matiza con un marcado acento alemán y el mismo gracejo que cualquier español: "Esta año hemos reforzado con una moqueta. El año pasado con tanta pluma me bloquearon el generador y tuvimos que hacer el último tramo sin música".
Sólo media hora después llega nuestra anfitriona, "La Jorja", sólo que ahora es Jorge. Da la primera vuelta al camión y trailer antes de comenzar con los traslados. Sin la ayuda de la madre no habría sido posible transportar el agua, los diez kilos de plumas, ventiladores para su lanzamiento y montones de confetti y caramelos. Al recoger todos estos enseres de su trabajo, la discoteca Ohm todavía con la gente de la limpieza poniéndola a punto, recuerda cómo fue el primer contacto con ELPAIS.com: "Lo tengo como página de inicio. Al verme en la foto mandé una mía en la que salía mejor. Esto del Orgullo es un no parar y ese día tocaban fotos de promoción".
El sol aprieta sin piedad a la hora de colocar todo el atrezzo en lo que era un camión y cada vez tiene más ahora de "publi-carroza" que por la tarde soportará los brincos festivos de más de setenta personas: "No sólo son los clientes de la discoteca, también hay drags e invitados". Con más de seis años de trabajo en la noche, Jorge conoce bien su trabajo, los detalles, las banderas bien colocadas, la lista de acreditaciones y las lonas de los patrocinadores bajo control. Son más de las dos de la tarde y por suerte sólo está en camiseta: "Tenemos que irnos corriendo a ver a mi modisto".
Vestido a medida y comida prêt à porter
En Pueblo Nuevo vive Roberto Navazo, conocido por hacer con cierta frecuencia trajes para Ana Torroja y una de la estrellas de la confección para "drags". Nada más entrar, Jorge ve el maniquí recién vestido: "¿Pero qué hace con mis tetas oficiales? Hoy no me las voy a poner porque hace demasiado calor y no me apetece ir con faja". Tras probarse el vestido, una adaptación de la camiseta que llevarán todos los miembros de la carroza.
Apenas hay tiempo para comer, algo de fast food y llega la hora de pasar de Jorge a Jorja. "No creaís que cambio mucho. Sí por fuera, claro, pero me comporto igual, el mismo carácter y forma de hablar" advierte antes de ponerme con el maquillaje. Tres amigas más le compañan en la labor. Dos de fina estampa y una más que destaca por su grosor. Se trata de Diva, que bajo un aire oriental será quién vaya en la proa de la carroza.
Ser 'drag' no es para siempre
La hora se echa encima y apenas queda tiempo para volver a la carroza. Ya convertido en "la Jorja", nos explica su pericia con el maquillaje: "Hice un curso porque me gusta el tema y me venía bien para mi, pero también para mi futuro. Antes tardaba dos horas, ahora puedo transformarme en sólo veinte minutos. Ser drag queen no dura para siempre y es una buena salida profesional para el futuro. Sé que puedo ser maquilladora y también soy bueno en producción".
A las cinco y media se pasa lista en la carroza. Entre los vecinos de vehículo están los protagonistas de la serie "Lo que surja" que acaparán la atención de los más jóvenes. Más de setenta personas lleva la camiseta rosa fucsia distintiva. Comenzaba la larga espera desde Alfonso XII hasta el comienzo de la cabalgata en la Puerta de Alcalá. Se suponía que daba comienzo a las seis, pero no fue hasta las ocho y media cuando la carroza número 23 llegaba con Diva al frente cuando comienza el recorrido oficial.
Para entonces no quedaba agua y el calor hacía difícil aguantar en el trailer. Las drag de cabecera, con "la Jorja" comandando el cuarteto, presciden sin que se note demasiado de los tacones para descansar. Van descalzas. Contra la temperatura lo tienen más difícil. "Tenía que haber llevado a la peluquería una peluca que tengo más corta. Ahora me estoy asando", se lamenta nuestro anfitrión.
Manifestación
Con la Cibeles al frente y una horizonte colmado de personas allá donde se mirase las emociones se agolpaban, los gritos de júbilo, y las muestras de gratitud con la ciudad acompañados de un matiz importante: "muchos lo ven como un espectáculo, pero para nosotros no es sólo una cabalgata, sino una manifestación. Todavía nos quedan reivindicaciones que hacer y este es el momento".
Pasadas las diez de la noche arribaba la carroza en la plaza de Cibeles. Casi la hora prevista para el final en Plaza de España y no se había hecho ni el final del recorrido. "La Jorja" daba casi por seguro que llegaba tarde al trabajo: "La noche de hoy va a ser muy dura. Se supone que entro a las once, pero si está aquí todo el mundo, iré a la discoteca nada más acabar. Es duro pero sólo es una vez al año".
Más de doce horas de trabajo llevaba entonces. Doce horas que empezó como Jorge en tranformando un camión y que pondrá fin a las preocupaciones de una intensa jornada como "La Jorja" desde lo alto de su carroza con punto final en los entresijos de la noche "de ambiente".
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