Un brote de nueva gripe obliga a aislar a 58 militares españoles

Un brote de posible gripe humana de origen porcino ha obligado al Ministerio de Defensa a aislar a decenas de soldados con fiebre alta y otros síntomas del virus H1N1. Un total de 58 alumnos de la Academia militar de Hoyo de Manzanares (Madrid) están en observación. Once de ellos han dado positivo en el análisis provisional realizado por el hospital militar Gómez Ulla (también de Madrid), donde seis permanecían anoche ingresados.

El Ministerio de Sanidad está a la espera de los análisis para saber si los seis hospitalizados están infectados por el virus H1N1, que causa la nueva gripe, según ha dicho en el Congreso la titular del departamento, Trinidad Jiménez. El Hospital Militar Gómez Ulla ya ha confirmado los casos, pero falta que el Instituto de la Salud Carlos III, el organismo de referencia del ministerio (y de la Organización Mundial de la Salud), los verifique.

El brote comenzó el 18 de mayo, con 13 casos sospechosos, han informado fuentes de Defensa. La cifra ha ido aumentando hasta 58 alumnos que han presentado síntomas de gripe (fiebre muy alta, sobre todo). Todos ellos han sido aislados en una parte del recinto militar. A los sospechosos de estar infectados se les han aplicado los protocolos correspondientes, dijo este miércoles Jiménez. Esto quiere decir, básicamente, que están en observación y que les han suministrado antigripales (Defensa tiene su propio laboratorio preparado para fabricarlos). En muchos de los casos los síntomas -que han sido similares a los de una gripe común, con fiebre muy alta- han empezado a remitir. En el recinto conviven 1.200 personas, entre alumnos, profesores y auxiliares.

En ninguno de los casos ha habido relación directa con México, el país origen de la actual epidemia de gripe. Que se sepa, ni los alumnos ni ninguna de sus personas cercanas habían viajado a ese país, por lo que no se sabe el origen del brote, que se está investigando.

La ministra ha indicado que en este caso se han seguido los protocolos establecidos, pero que no se han tomado más medidas hasta confirmar los resultados. En España, la enfermedad parece haber frenado su expansión. Según los datos que maneja Sanidad, hay 107 casos confirmados (todos leves y ninguno hospitalizado). El viernes pasado, cuando el ministerio dio su último recuento, eran 103. En este recuento no entran los militares, porque Sanidad no incluye ningún infectado hasta que el Carlos III no lo confirma.

Mecanismos de vigilancia

"Tenemos activados todos los mecanismos de vigilancia y actuamos en estrecha coordinación con la Organización Mundial de la Salud, sobre la base de protocolos que nos marcan las autoridades sanitarias internacionales", ha dicho la ministra. El Partido Popular ha reclamado al Gobierno que se dedique un plan económico especial para afrontar la posible pandemia. Mario Mingo, el portavoz popular de Sanidad en el Congreso, ha exigido también mayor transparencia informativa con la enfermedad, ya que cuando Jiménez dio la primera información en el Congreso sólo mencionó a seis sospechosos. Sanidad se ha justificado diciendo que esa era la información que tenía en el momento de iniciarse la comparecencia, y que es posible que la situación haya cambiado, por lo que negó que hubiera descoordinación con Defensa.

Pero si en España -a falta de aclarar la situación de los militares- la nueva gripe parece haberse frenado, no ocurre lo mismo en el resto del mundo. La OMS daba este jueves por la mañana 11.034 casos confirmados, casi 800 más que el miércoles. De ellos, 85 han fallecido. Y, lo más preocupante, ya hay enfermos en Filipinas y Malaisia, aparte de en Hong Kong, Corea del Sur y Japón. Ello quiere decir que la zona de expansión del H1N1 se sobrepone cada vez más con la del H5N1, el virus que causa la gripe aviar. Éste se propaga mucho peor entre personas que el de la nueva gripe, pero es mucho más letal (han muerto 261 de los 424 diagnosticados). Lo que las autoridades temen es que ambos microorganismos intercambien propiedades. El resultado podría ser un patógeno grave de rápida expansión, lo que provocaría una pandemia.

Mientras tanto, la OMS se resiste a elevar el nivel de alerta. Aunque su directora, Margaret Chan, ha dicho que no le temblará el pulso para decretar la fase 6 (la máxima posible), de momento se contiene hasta confirmar que hay fácil transmisión del virus entre personas fuera de Norteamérica.