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Se acabó la previsión de las eras glaciales en la Tierra

Jacques Laskar señala en el congreso de Matemáticas y Astronomía que la influencia humana en el clima es más potente que los cambios en la órbita del planeta

El matemático francés Jacques Laskar, del Observatorio de París, es experto en estimar cuáles serán las órbitas de los planetas del Sistema Solar dentro de miles de millones de años. Su trabajo ha contribuido a demostrar que los cambios pasados en la órbita terrestre encajan muy bien con las eras glaciales por las que ha atravesado la Tierra. La precisión es tal que ha sido posible calibrar períodos geológicos terrestres -relacionados con cambios climáticos- con observaciones astronómicas. Sin embargo, hoy en día ya no es posible prever cuándo habrá una nueva era glacial en la Tierra atendiendo a los cambios en la órbita del planeta, y la razón es que la influencia humana en el clima terrestre es tan potente que cubre el factor astronómico.

Laskar lo ha explicado esta mañana en el congreso Mathematics and Astronomy: A Joint Long Journey -Matemáticas y astronomía, un largo viaje juntas-, que reúne en Madrid a astrónomos y matemáticos de todo el mundo para conmemorar el Año Internacional de la Astronomía.

"La última glaciación ocurrió hace 10.000 años", explica este matemático. "Ahora estamos en un periodo interglaciar y seguiremos ahí durante un tiempo, tal vez varias decenas de miles de años según las últimas simulaciones. Después, debido a perturbaciones en la órbita del planeta, deberíamos entrar en una nueva glaciación. Sin embargo, el cambio actual en la composición de la atmósfera es mucho más amplio que este efecto".

Laskar investiga en la estabilidad del Sistema Solar, es decir, en si la configuración de los planetas y el Sol seguirá siendo la misma en el futuro o si los choques entre planetas o con la estrella la modificarán. Es un problema enunciado ya por Newton, que "ha fascinado a astrónomos y matemáticos durante siglos", explicó Laskar.

Hace 20 años este matemático demostró con simulaciones numéricas que el movimiento de los planetas del Sistema Solar es caótico, y por tanto impredecible a muy largo plazo -a miles de millones de años vista-. El pasado junio Laskar publicó en Nature un trabajo en el que simulaba más de 2.500 posibles escenarios futuros para el Sistema Solar; en un 1% de ellos Venus, Mercurio, la Tierra y Marte chocaban entre sí o con el Sol dentro de miles de millones de años. El trabajo requirió meses de cálculo en un superordenador.

Actividad humana frente a cambios orbitales

Las alteraciones en la órbita de la Tierra ocurren en periodos largos, de entre 20.000 años a unos pocos millones de años. Y no todos los cambios en el clima terrestre se corresponden con cambios en la órbita. "Los cambios en la composición de la atmósfera, u otros debidos a la tectónica de placas, por ejemplo, también son importantes", señaló Laskar.

Lo que está pasando ahora, de hecho, es que el rápido aumento de CO2 en la atmósfera -debido a la acción humana- tiene un efecto tan intenso que cubre el efecto del factor astronómico.

El clima de Marte se conoce ya muy bien

El congreso, que termina mañana, está organizado por el CSIC, la Unión Matemática Internacional (IMU), la Unión Astronómica Internacional (IAU), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y el proyecto i-MATH (Consolider Matemáticas). En él también participa el físico británico Peter Read, de la universidad de Oxford, quien ha repasado el estado de los modelos numéricos que simulan el clima no sólo de la Tierra, sino también de otros planetas. En su opinión, "hoy es posible simular el clima de Marte casi tan bien como el de la Tierra".

"Tras 20 años de desarrollo, los modelos numéricos de la atmósfera de Marte son ya muy avanzados", dice Read. "Su resolución no es tan alta como en los terrestres, pero hay aspectos, como el intercambio de radiación, que se modelan con mucho detalle. Las múltiples misiones espaciales han logrado que algunas características de Marte se conozcan incluso mejor que las equivalentes terrestres".

La topografía de la superficie marciana, por ejemplo, "ha sido medida con increíble detalle con láser; en la Tierra, mucha información de este tipo no es pública".

Uno de los próximos objetivos de los modelos de clima en Marte es lograr predecir las tormentas de polvo. "Marte es un planeta desierto; en la Tierra las tormentas de polvo se paran cuando llegan al mar, pero en Marte no, llegan a envolver el planeta entero en polvo. Nadie ha logrado por ahora reproducir de modo realista en un modelo una tormenta de polvo global en Marte, en eso estamos ahora", dice Read.

Simulación del choque de la Tierra con Marte, según los cálculos de Jacques Laskar.
Simulación del choque de la Tierra con Marte, según los cálculos de Jacques Laskar.IMCCE-CNRS

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