Sanidad facilitará un parto más cómodo, íntimo y natural
Gobierno y comunidades aprueban el calendario de vacunas del virus del papiloma humano, que pagarán las regiones.- Los niños de 7 a 8 años podrán ir gratis al dentista a partir del año que viene
España tiene una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo, pero a la vez el momento de dar a luz -uno de los "más felices, aunque yo no lo vaya a experimentar jamás", en palabras del ministro de Sanidad, Bernat Soria- está rodeado de prácticas médicas que lo hacen frío e incómodo. Cesáreas abusivas (el país duplica la tasa del 10% recomendada por la OMS), rasurados innecesaris, posturas poco cómodas para la mujer o episotomías excesivas hacen que las futuras madres den a luz en un ambiente poco agradable y, muchas veces, sin intimidad. Por eso, una de las iniciativas aprobadas hoy por el Consejo Interterritorial (el órgano de coordinación entre los sistemas sanitarios autonómicos y el ministerio), ha sido la puesta en marcha de una Estrategia de Atención al Parto Normal. En ella no se fijan "objetivos numéricos", ha explicado Soria, pero cada comunidad se compromete a trabajar para que, sin perder la seguridad sanitaria, sea la mujer la que tenga la última palabra en el proceso, evitando "el parto intervenido sin justificación". "Eso no quiere decir tener el parto en casa", ha repetido Soria varias veces, sino poner los medios para que los centros de atención a las embarazadas tengan en cuenta otros aspectos: respeto a la voluntad e intimidad de la mujer y su comodidad.
En la reunión también se ha aprobado incorporar al calendario de vacunas común para todas las niñas la inmunización contra el virus del papiloma humano, causa de 2.000 cánceres de cuello de útero al año y unas 600 muertes. La vacuna -que en España costará poco más de 300 euros- será financiada íntegramente por las comunidades autónomas, que ya han manifestado su protesta por ello (aunque algunas, como La Rioja y Madrid, ya habían anunciado que repartirían la vacuna dijera el ministerio lo que dijera). Una comisión deberá establecer a qué edad se empieza a vacunar a las niñas. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre su eficacia real. España tiene una de las incidencias menores de este tipo de tumor del mundo. Además, la vacuna no cura a las mujeres ya infectadas por el papiloma, y su detección precoz es fácil -y barata- con las citologías rutinarias a que se somete la mayoría de las mujeres.
Donde sí habrá dinero del ministerio será en el plan de salud bucodental para niños. El año que viene esta prestación se ofrecerá a los 800.000 niños que tienen entre 7 y 8 años. Cada año se incorporarán los que cumplan esa edad, para que dentro de siete años tengan este servicio todos los que tengan entre 7 y 15. El plan incluye limpiezas, extracciones y empastes, y será sufragado a medias por las comunidades autónomas -muchas de las cuales ya tienen planes similares en marcha- y Sanidad. En los presupuestos de 2008 hay una partida de 12 millones para ello. Soria ha aclarado que la cifra se ha calculado pensando en un coste medio por niño de 45 euros. El consejero de Salud de Madrid, Juan José Güemes, ha mostrado su disconformidad y ha pedido un convenio que cubra cinco años, y no uno anual ampliable, como propone Sanidad.
Además, Soria ha anunciado la puesta en marcha de un sistema común de historia clínica digitalizada, que asegure, respetando la confidencialidad, que todas las personas tengan acceso a su información estén donde estén. Con este proyecto se conseguirá mejorar la atención, sobre todo entre los desplazados.
Por último, el ministro ha anunciado una iniciativa "pionera en Europa" de rastreo de la Red para impedir el tráfico de medicamentos falsos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.