Primera decisión municipal a favor de una instalación atómica
Yebra, en Guadalajara, aprueba en un tenso pleno optar al almacén nuclear
España ya tiene un municipio candidato a albergar el almacén nuclear. El municipio de Yebra (Guadalajara, de 600 habitantes) aprobó ayer en un tenso pleno optar a la instalación que albergará los residuos radiactivos de toda España. Lo hizo gracias a los cinco votos de los concejales del PP, que desobedecieron a la secretaria general del partido y líder en Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, que les había amenazado con expedientarlos. Los dos socialistas se opusieron pese a que el almacén es un proyecto del Gobierno. Es la primera vez en España que un municipio elige democráticamente aspirar a una instalación nuclear.
El pueblo amaneció encrespado, con unos 80 guardias civiles desplegados y carteles en cada metro cuadrado. "No tenemos miedo al futuro", rezaba el que cruzaba la calle principal, colocado por los partidarios del alcalde, Juan Pedro Sánchez Yebra. A su lado, una enorme pintada: "No al cementerio nuclear". En el salón de plenos, más de una hora antes, los partidarios del Almacén Temporal Centralizado de Residuos Radiactivos (ATC) abarrotaban el salón del moderno ayuntamiento -como corresponde a un pueblo próximo a una nuclear que ha recibido pingües ingresos-.
Ascó, en Tarragona, difunde en la televisión local un vídeo sobre el ATC
Otro pueblo de Segovia convoca a sus vecinos para ver si se suma
Allí, primos y hermanos se enzarzaron en un estéril combate de gritos hasta que, a las 11.00, aparecieron el alcalde y los seis concejales para votar el único punto del orden del día: si el pueblo aspiraba o no al ATC que impulsa el Ministerio de Industria.
Sánchez leyó los cinco folios con sus motivos para defender las bondades del almacén: 300 empleos y 700 millones de inversión, en una zona ya nuclearizada. A 15 kilómetros del pueblo está la instalación de Zorita, en desmantelamiento. Al alcalde le habían llovido las críticas por no consultar la decisión con el pueblo y aprovechó para defenderse: "Fue el Gobierno el que decidió que un pleno municipal era suficiente".
Los gritos se alternaban: "Cáncer por cuatro duros", chillaban los contrarios al cementerio, con pegatinas amarillas. "Sí al ATC", contestaban los partidarios, con emblemas azules. Pero el pleno transcurrió relativamente ordenado. Los gritos -con groseras alusiones- eran lo mínimo que se podía esperar. Unos 300 manifestantes se reunieron ante el consistorio, según la Guardia Civil.
Los dos concejales socialistas se opusieron. "Nos llevamos toda la radiactividad y no han hecho ni un plan de evacuación. Es malo para el futuro de Yebra y de Guadalajara". El portavoz socialista, Claudio Padrino, criticó la apuesta nuclear: "En Yebra criamos gallinas y eso es economía sostenible. Plantamos la cebada, creamos el grano, las alimentamos y exportamos los huevos".
Tres cuartos de hora después de iniciado el pleno, los cinco concejales del PP alzaron la mano a favor de la moción y Yebra se convirtió en el primer candidato al almacén nuclear. El acuerdo incluye el compromiso de aprobar, incluso por la vía de urgencia, cualquier permiso necesario.
La decisión supone una desautorización a Cospedal. La dirigente popular ha entrado en este tema en una espiral de contradicciones y falta de autoridad. Hace dos meses avaló la candidatura de Yebra al decir que era un tema municipal; luego rectificó y se opuso a que se instale en Guadalajara. Con su cambio de postura, la secretaria general del PP contradice la línea del partido, que en el Congreso ha votado a favor de la instalación. Pero no sólo eso: amenazó con expedientar a quien votase a favor, y el día anterior dudó de que Yebra fuese a aprobar la moción. Finalmente, no logró controlar ni a sus propios concejales.
El presidente autonómico, el socialista José María Barreda, restó importancia a la decisión, que calificó de "anécdota", y mantuvo su rechazo al plan del Gobierno: "Mi posición es firme en contra de la instalación del ATC en Guadalajara, y además me siento respaldado por la inmensa mayoría de la población. Lo nuclear para Castilla-La Mancha son las energías limpias; residuos nucleares, no, gracias". La contradicción es tal que el Ministerio de Industria está eternamente agradecido al alcalde por haber roto el hielo y garantizar la vida al ATC.
A Yebra le seguirán previsiblemente otros candidatos. Ascó (Tarragona) ha comenzado a emitir un vídeo en la televisión municipal en el que explica en qué consiste la instalación. En Cataluña la oposición política es menor que en Castilla-La Mancha, y tiene tren, lo que jugaría a su favor. Además, Bernuy de Porreros (Segovia, 455 habitantes) ha convocado el domingo a sus vecinos para decidir si opta al ATC, aunque Industria da prioridad a los pueblos nucleares. Fresno de Cantespino y Campo de San Pedro (también en Segovia) se han retirado de la carrera.
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