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El Papa llama al orden a Schönborn y a Sodano

Reunión en el Vaticano para aplacar la polémica interna sobre las murmuraciones y el encubrimiento de los abusos.- La Santa Sede admite errores en la gestión inmobiliaria de Propaganda Fide

El Papa sigue adelante con su política de transparencia y de intolerancia con los abusos y su encubrimiento. Hoy ha recibido en el Vaticano al cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena y conocido por su afinidad personal con Joseph Ratzinger. En mayo, Schönborn, jefe de la Iglesia austriaca, había acusado ante la prensa a Angelo Sodano, decano del colegio cardenalicio y ex secretario de Estado con Karol Wojtyla, de haber ofendido a las víctimas de abusos sexuales al usar la palabra chiacchiericcio (charloteo, murmuraciones) en su discurso del Domingo de Ramos y de haber echado tierra sobre las investigaciones de la pederastia clerical que llevó a cabo el ex jefe de la Iglesia austriaca, Hans Hermann Groër.

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Hoy, el Papa ha recibido a su discípulo austriaco, le ha recordado que solo el Pontífice puede criticar a otros cardenales, ha aceptado que la interpretación de las palabras de Sodano hecha por Shönborn fue "errónea" y después ha invitado a la reunión a Sodano y al actual secretario de Estado, Tarcisio Bertone, para que el cardenal vienés aclarara en persona sus palabras al italiano y para que éste expresara su fidelidad a la nueva línea vaticana.

La gran novedad es que el Papa ha pedido a la sala de prensa vaticana que hiciera público un comunicado dando todos los detalles de la reunión, en un ejercicio inédito de transparencia.

Schönborn, explica la nota de la Santa Sede, "había pedido poder informar personalmente al Sumo Pontífice sobre la actual situación de la Iglesia en Austria", y durante la audiencia con el Papa ha aclarado "algunos juicios sobre la actitud de la Secretaría de Estado, en particular por el entonces Secretario de Estado del Papa Juan Pablo II, en relación con el fallecido cardenal Hans Hermann Groër, arzobispo de Viena de 1986 a 1995".

En la segunda parte de la audiencia, ya con Bertone y Sodano presentes, "se han aclarado y resuelto algunos equívocos muy difundidos y en parte derivados de algunas expresiones del cardenal Christoph Schönborn, que manifiesta su pesar por las interpretaciones que se han hecho", dice el comunicado.

El Papa ha recordado a Schönborn, apostilla la nota, "que cuando se trata de acusaciones contra un cardenal, la competencia corresponde únicamente al Papa; las demás instancias pueden tener una función de asesoramiento, siempre con el debido respeto por las personas".

En cuanto a las "murmuraciones", la nota señala: "La palabra chiacchiericcio fue interpretada erróneamente como una falta de respeto a las víctimas de abusos sexuales, por las cuales el cardenal Angelo Sodano nutre los mismos sentimientos de compasión y de condena del mal como los expresados en diversas ocasiones por el Santo Padre. Esta palabra, pronunciada al inicio de la Misa de Pascua, se había tomado literalmente de la homilía pontificia del Domingo de Ramos y se refería a la 'valentía' que no se deja intimidar por el parloteo de las opiniones dominantes".

Según el vaticanista Filippo di Giacomo, el significado de la reunión y el de su comunicación pública "marca un cambio de estilo histórico en la manera de gestionar las polémicas internas de la Iglesia y los asuntos más delicados. Wojtyla jamás hizo un comunicado cuando reconvenía a sus cardenales, y llegó a incluso a defender la necesidad de que en la Iglesia hubiera estancias secretas, y que lo que se dice en ellas no se conozca nunca".

El mensaje que lanza Raztinger, agrega el sacerdote, "es fraterno y a la vez decidido: la comunión eclesial y el perdón son posibles, y además ahora son públicos, no hay secretos, se acabaron la impunidad y el recurso al 'todo queda entre nosotros'. Han cambiado los tiempos. La escena de hoy parece sacada de un texto de San Agustín: las lecciones no solo se predican, también se aplican. San Pablo decía: si tienes algo que decirme, dímelo tranquilamente y te entenderé".

Errores en la valoración de la corrupción

Parece confirmar esa nueva línea otro comunicado oficial de hoy: el Vaticano admite por primera vez errores de valoración de Propaganda Fide en la gestión de su inmenso patrimonio inmobiliario. Propaganda Fide, que hoy se llama Congregación para la Evangelización de los Pueblos, es el ministerio vaticano que se encarga de financiar las misiones en el extranjero, y la protagonista de la investigación judicial sobre los Grandes Eventos gestionados por la Protección Civil. El cardenal Crescenzio Sepe, que dirigió Propaganda Fide entre 2001 y 2006, ha sido imputado por corrupción por los fiscales de Perugia junto al ex ministro de Infraestructuras del anterior Gobierno de Silvio Berlusconi, Pietro Lunardi.

Por otro lado, el Papa ha nombrado dos nuevos miembros de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede. Se trata de los cardenales Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo de Lima (Perú) y Lluís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona (España).

El Papa, Benedicto XVI, junto al cardenal Christoph Schoenborn, a quien ha recibido hoy en El Vaticano.
El Papa, Benedicto XVI, junto al cardenal Christoph Schoenborn, a quien ha recibido hoy en El Vaticano.AFP

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