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Reportaje:

Países ricos, pero sin agua

WWF/Adena alerta de que la escasez de agua amenaza a los países desarrollados por su mala gestión y el cambio climático

La escasez de agua va a ser un problema a nivel mundial del que no se van a salvar ni siquiera los países ricos, debido a su mala gestión de los recursos hídricos, según un informe de la organización WWF/Adena hecho público con motivo de la Semana Mundial del Agua, que se celebra la semana que viene. Además, de entre los países desarrollados España se lleva la palma en cuanto a mala gestión del agua.

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Según el responsable del Programa Agua de WWF, Guido Schmidt, España es el país desarrollado que representa el caso "más extremo" de gestión política "equivocada" del agua, aunque también otros países, como Australia, EE UU, Japón y Reino Unido gestionan inadecuadamente el líquido elemento, a juicio de la organización, que ha elaborado el informe, con alcance global, en vísperas de Semana Mundial del Agua, un foro anual dirigido a la comunidad internacional encargada de la gestión de los recursos hídricos, que se celebrará en Estocolmo entre los días 20 y 26 de agosto.

En el informe de WWF, siglas de World Wildlife Fund (Fondo Mundial de la vida salvaje), en el mismo, se dedican tres páginas al caso español, que es considerado "el peor ejemplo" a seguir en política de incremento de oferta del agua de entre las promovidas por los países desarrollados. Como ejemplos, Schmidt señala los planes de trasvases, como el del Ebro a las cuencas mediterráneas que había planeado el anterior Gobierno, debido a los daños medioambientales que conllevan esas iniciativas.

Pero el informe no se dedica solamente a España. Bajo el título de Rich countries, poor water (países ricos, agua pobre), se dibuja un panorama a nivel internacional y se advierte de que la crisis del agua no será un problema exclusivo de los países pobres. Así, señala que el cambio climático está provocando sequías recurrentes en Europa, sobre todo en el sur, y que a esta escasez se unen problemas como la mala gestión del recurso y la pérdida de humedales, ha convertido en mundial la crisis del agua y no diferencia entre países ricos y pobres. Más en concreto, señala problemas como la pérdida de agua en las redes de suministro por averías o por la excesiva antigüedad de las instalaciones, los regadíos inadecuados y la acumulación turística en las costas mediterráneas, o el deshielo de los glaciares debido al calentamiento global. Cita los ejemplos de ciudades como Houston o Sydney, que gastan agua a un ritmo mayor de la que la recuperan, o el de Londres, cuyas viejas cañerías pierden al día el equivalente a 300 piscinas olímpicas.

También advierte de que los países desarrollados están sobreutilizando los recursos hídricos de los países pobres, donde se produce parte de las frutas, verduras o la ropa -todas estas actividades implican gasto de agua- que consumen los más afortunados.

Dar ejemplo

Para Schmidt, "la crisis de agua en los países ricos prueba que los recursos económicos y las infraestructuras no constituyen ningún seguro contra la escasez, la contaminación, el cambio climático ni las sequías". En su opinión, "resulta evidente que no existe ningún sucedáneo a la protección de los ríos y sus zonas húmedas", y que la agudización de la crisis del agua, tanto en países pobres como ricos, constituye una llamada de alarma para volver a la protección de la naturaleza como fuente de agua.

Por ello, la organización llama a los países ricos a dar ejemplo de buena gestión modernizando sus sistemas de distribución para evitar pérdidas o poniendo en marcha políticas que ayuden a acabar con la polución y el cambio climático, así como promoviendo la cooperación internacional para preservar el agua, el único elemento sin el que ningún ser vivo puede seguir siéndolo.

Estado del embalse de El Atazar en Madrid, a principios de agosto.
Estado del embalse de El Atazar en Madrid, a principios de agosto.EFE

Restricciones de agua en un tercio de la Tierra

Un tercio del planeta se enfrenta a restricciones de agua debido a una pobre gestión de los recursos y a un altísimo uso del agua, especialmente en la agricultura, según el Instituto Internacional de Gestión del Agua (IWMI, en inglés), una organización científica sin ánimo de lucro que se centra en el uso sostenible del agua y otros recursos de la tierra (www.iwmi.cgiar.org).

La escasez de agua en todo el mundo se ha incrementado a un ritmo superior al esperado, según ha explicado Frank Rijsberman, el director general del Instituto, durante una conferencia de prensa en Camberra, Australia.

La agricultura se lleva el 80% del consumo mundial de agua, según este organismo, que ha advertido que si no se mejora la gestión del agua , "las consecuencias serán mayor escasez en todo el mundo y un rápido incremento de los precios del agua".

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