Nueva información sobre los primeros instantes del Universo
Los buscadores de ondas gravitatorias ponen marco a su formación tras el Big Bang
No han encontrado todavía lo que buscaban, pero han hecho un avance significativo en el conocimiento de los primeros instantes del Universo. El numerosísimo grupo de científicos que busca el eco de las ondas gravitatorias con las grandes instalaciones LIGO y Virgo ha puesto límites al número de estas perturbaciones en el espacio y en el tiempo que pudo causar el Big Bang, la gran explosión inicial, y que fueron predichas por Albert Einstein en 1916 en su teoría de la relatividad general.
El análisis de los datos tomados por los instrumentos desde 2005 a 2007 ha servido también para descartar algunas teorías sobre los primeros instantes del Universo.
"Nuestros resultados son un paso adelante importante para la detección de las ondas gravitatorias que fueron creadas cuando el universo se expandió en sus primeros momentos de existencia", explica Lee Samuel Finn, uno de los investigadores. "Esta clase de información nos dará claves para comprender cómo evolucionó la estructura del Universo; por ejemplo, por qué está agrupado en galaxias".
Al igual que la radiación de fondo de microondas, ya detectada, el eco o fondo de las ondas gravitatorias sería una reliquia del Big Bang, que contendría información sobre las condiciones en que se generaron y sobre la naturaleza de la fuerza de la gravedad, la más desconocida. Esta información no se puede obtener con observaciones astronómicas convencionales. Por ello se construyeron en Estados Unidos los interferómetros laser LIGO, en forma de L de ocho kilómetros de longitud y separados 3.000 kilómetros, que pueden detectar diferencias mínimas en las distancias, equivalentes a la milésima parte del diámetro de un núcleo atómico. Funcionan desde 2002, y el trabajo que ayer publicaron en la revista Nature los 700 científicos que colaboran en el estudio de los datos es un hito en su trayectoria, a la que se unió en 2007 el interferómetro Virgo, en Cascina (Italia).
Ahora esperan construir el LIGO avanzado, en las mismas instalaciones, que empezará a funcionar en 2014 y tendrá una sensibilidad 10 veces mayor. Estará financiado por Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Podrá detectar cataclismos cosmológicos como agujeros negros y estrellas de neutrones a 10 veces más distancia, equivalente a un volumen 1.000 veces mayor que en la actualidad. Y esperan encontrar por fin la pista definitiva para confirmar la existencia de las ondas gravitatorias predichas por Einstein.
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