Medio Ambiente recluta barcos voluntarios para avistar medusas

Se buscan voluntarios. Perfil: patrones de barcos de recreo en el Mediterráneo que zarpen con frecuencia en verano. Cometido: avisar al Ministerio de Medio Ambiente de la llegada de medusas. Con un anuncio como ése, menos o más, Medio Ambiente y las comunidades han reclutado a centenares de yates entre Cádiz y Girona. Forman uno de los pilares del primer Plan Medusa para evitar picaduras masivas en el litoral y la huida de turistas.

Las medusas son el síntoma de que algo va mal en el mar. En los últimos 20 años han proliferado en el Mediterráneo de forma alarmante porque lo tienen todo a favor. Cada vez hay menos depredadores (atunes o tortugas) y menos especies que le roban el alimento (boquerones o sardinas). Además, cada vez tienen más comida (por los vertidos al mar) y el agua está más caliente. Por si fuera poco, como los ríos vierten menos agua se ha desvanecido la corriente de agua dulce que evitaba su llegada a las costas. Si el mar fuera la Bolsa, habría que invertir en medusas.

El coordinador del bloque científico del plan medusa, Josep María Gili, afirma que "cada medusa que llega a la costa nos trae el mensaje de que el mar está enfermo". Por eso en los últimos años ha habido picaduras masivas desde Málaga a Tarragona, de forma impredecible y sin un patrón fijo, un fenómeno que comenzó hace 20 años en el Mediterráneo oriental y que va a más de forma inexorable.

El Ministerio de Medio Ambiente, en colaboración con las comunidades costeras ha preparado el Plan Medusa, que prevé aprobar el viernes en Consejo de Ministros. El nombre original era mejor, Plan Perseo -en honor al semidios griego que le cortó la cabeza a Medusa, capaz de convertir a los hombres en piedra sólo con mirarlos- pero estaba ya ocupado en otro plan de Sanidad.

En un pilar del plan están las flotas voluntarias que recluta desde hace semanas gente como Joaquín Such, gerente del club náutico de Altea. "Me han pedido que embarque a gente que sale mucho a la mar en verano y con experiencia. Cuando avisten un banco, habrá un número de teléfono gratuito y un protocolo para avisar".

Aviso a los ayuntamientos

El objetivo de este plan es minimizar el daño a los bañistas. Con la información de los voluntarios, Medio Ambiente avisará a los ayuntamientos y comunidades de que están a punto de recibir un enjambre de medusas. Estos podrán preparar a la Cruz Roja, avisar a los bañistas o cerrar una playa. La intención del Gobierno es que la alerta llegue antes de que haya 300 personas buscando una pomada y con la pierna hinchada.

En algunas zonas, como la costa de Málaga, el ministerio tiene barcos contratados para capturar las medusas. "Cuando se encuentren a menos de 100 metros de la costa se pueden recoger en barcos. No más lejos porque no serviría de nada", explica Gili, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las redes fijas contra las medusas están desaconsejadas, ya que al quedar atrapadas en las redes, las medusas acaban soltando los tentáculos que flotan hasta la costa en descomposición y pican igual. Los ecologistas no critican el plan, pero lo ven un parche. Ricardo Aguilar, de Oceana, sentencia: "Es como poner una mosquitera contra la malaria. La enfermedad sigue ahí".