Francia desafía a la Eurocámara y dice que mantendrá las expulsiones de gitanos
El Parlamento Europeo condena las repatriaciones y París le replica que se ha extralimitado de sus funciones.- Francia y Rumanía acuerdan poner fin a "polémicas estériles"
Francia mantiene su desafío a Europa en el caso de las expulsiones de gitanos, después de que la Eurocámara desautorizara esta mañana explícitamente, por 337 votos a 245, las repatriaciones de rumanos y búlgaros por considerarlas una violación de los tratados de la Unión y de la legislación comunitaria. El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, ha replicado a Estrasburgo que no suspenderá las expulsiones y que "se ha salido de sus prerrogativas". Para el Elíseo, la petición de la Eurocámara contradice las leyes comunitarias.
El ministro se ha desplazado hoy a Bucarest junto al secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, para abordar con las autoridades del país las expulsiones de gitanos. Allí ha defendido la postura de su Gobierno. "Francia aplica escrupulosamente el derecho europeo, respeta escrupulosamente la ley republicana francesa y las decisiones judiciales", ha señalado. Pero tras reunirse con el ministro rumano de Asuntos Exteriores, Teodor Baconschi, ha suavizado su discurso y ambos han comparecido para anunciar que los dos países han acordado dar fin a "polémicas estériles" y poner en marcha un plan de acción conjunto, de acuerdo con la Comisión Europea, para resolver esta situación.
Por su parte, Lellouche y su colega rumano, Valentin Mocanu, han anunciado que los dos países van a pedir a la Comisión Europea que aporte más fondos para la "reinserción social" de los gitanos en sus países de origen, informa Efe. Esta estrategia de reinserción, según han explicado, debería ser llevada a cabo en colaboración con ONG de apoyo a la minoría gitana y con las administraciones locales.
Antes de la votación en la Eurocámara, el jefe del grupo popular, el francés Joseph Daul, había quitado hierro al previsible varapalo político diciendo que en el Parlamento se pierden votaciones de vez en cuando. Tras expresar su "profunda preocupación por las medidas adoptadas por las autoridades francesas y por otros Estados miembros con respecto a los gitanos", la Eurocámara "insta a tales autoridades a suspender inmediatamente las expulsiones de gitanos" y pide a las instituciones europeas y a los Gobiernos de la Unión que intervengan en el mismo sentido. La resolución no identifica qué otros Estados suscitan inquietud por sus aparente intenciones discriminatorias, pero en el intenso debate del pleno del martes se citó a Italia y Hungría.
"Todos los ciudadanos de la UE y sus familias tienen derecho a la libertad de movimiento y de residencia en la UE", un derecho calificado de fundamental, recuerda el Parlamento. Las expulsiones masivas "violan los tratados de la UE y la legislación comunitaria" y, subrayan sus euroseñorías, las restricciones que se pueden imponer a tal libertad de movimiento son excepciones. "Las expulsiones deben ser evaluadas y decididas caso por caso, teniendo en cuenta las circunstancias personales y con garantías procedimentales". Para la Eurocámara está claro que "la falta de medios económicos no justifica de ninguna manera las expulsiones automáticas de ciudadanos europeos" como lo son los rumanos y búlgaros repatriados.
Plan de integración
Nada más aterrizar hoy en Bucarest, el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos anunció que exigiría al Gobierno rumano "un plan urgente para integrar" a los ciudadanos rumanos gitanos, incluidos los últimos expulsados, además de cooperación policial y judicial, según informa la agencia France Presse. Esta comunidad suma unos dos millones de personas, como el 10% de la población del segundo país más pobre de la UE.
El emperador de los gitanos rumanos, Iulian Radescu, comparó el miércoles al presidente francés con un líder pro-nazi de la Segunda Guerra Mundial. "Sarkozy está haciendo lo mismo que hizo Antonescu", que deportó a 25.000 gitanos rumanos. Cientos de miles de personas de esta etnia murieron durante el Holocausto. Cientos de gitanos están pagando "por los crímenes de unos pocos", dijo Radescu a Associated Press.
El Gobierno rumano sigue en su línea de insistir en que la integración de los gitanos es un asunto que debe ser abordado desde una perspectiva europea que se sume a los esfuerzos nacionales de los países de origen y de destino. Los planes rumanos para integrar a su minoría gitana, la más despreciada y marginada de las varias que viven en el país, han tenido escaso o nulo impacto, no han mejorado sus nefastas condiciones de vida, según coinciden las ONG que trabajan con esta comunidad.
Rumania se vio sorprendida este verano cuando Francia anunció a bombo y platillo el desmantelamiento de campamentos gitanos ilegales y la deportación voluntaria (a cambio de 300 euros por adulto y 100 por niño) de un millar de personas a Rumania y Bulgaria. Estas expulsiones no son algo nuevo, pero se suelen hacer sin alharacas.
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