El Fondo Mundial contra el Sida se enfrenta a la falta de donaciones
El organismo necesita al menos 10.000 millones de euros para mantener sus programas actuales en marcha
Malos tiempos para quienes necesitan la generosidad ajena. El último en sufrir los recelos de los donantes está siendo el Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, el organismo instituido por la ONU creado en 2002. Desde entonces, ha distribuido unos 15.000 millones de euros entre los receptores, provenientes de donantes (la mayoría países, aunque también hay instituciones como la Fundación Bill y Melinda Gates, la Generalitat de Cataluña e incluso el Real Madrid). Pero su programa de ayudas tiene que renovarse, y los cálculos más conservadores de la organización calculan que necesita 13.000 millones de dólares (10.000 millones de euros) para el periodo que va de 2011 a 2014. Pero la reunión de donantes que se está celebrando en La haya está demostrando lo difícil que es conseguir aportaciones en estos tiempos de crisis.
En la web del organismo sólo se recoge para 2011, de momento, la oferta de 1.000 millones de dólares (752 millones de euros) repartida entre Estados Unidos y la Comisión Europea. Muy lejos de los necesario solamente para mantener los programas actuales. Porque hay que tener en cuenta que la naturaleza de las tres enfermedades exige actuaciones continuadas, bien sea suministrando antivirales, tratamientos, mosquiteras o manteniendo limpios los focos de infección.
Si el Fondo quisiera ir más allá y expandir su proceso, necesitaría hasta 20.000 millones de dólares (15.000 millones de euros). Una cifra que los propios responsables del organismo dudan que puedan conseguir.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.