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Clemencia por un riñón

El gobernador de Misisipi conmuta la cadena perpetua a dos hermanas con una condición: una debe donar un riñón que necesita la otra para sobrevivir.

Jamie y Gladys son hermanas. Las dos cumplen condena perpetua en un centro penitenciario en Misisipi, por un robo a mano armada que tuvo un botín 11 dólares. El gobernador de ese Estado sureño acaba de perdonarlas. Dice que ya no son un peligro para la sociedad. Pero hay una condición para su puesta en libertad: una debe donar un riñón que necesita la otra para sobrevivir.

Las hermanas Scott llevaban 16 años en prisión, por un atraco a mano armada que cometieron en 1993. El lobby de la comunidad afroamericana lleva desde entonces movilizada pidiendo clemencia, porque se consideró que la pena impuesta a las dos fue inusualmente exagerada. Evelyn Rasco, la madre de las dos mujeres, decía el viernes que llevaba todo este tiempo rezando por ellas.

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Ninguna de las dos mujeres tenía antecedentes criminales, las víctimas del robo no sufrieron daños y a penas se llevaron un puñado de dólares con su acción. Y en estos casos, buena parte de los delincuentes son puestos en libertad pasados unos años. Por eso desde la NAACP se consideró la pena de extrema y pidieron a las autoridades clemencia.

El gobernador Haley Barbour, que en más de una ocasión mostró su interés por lanzarse a la carrera presidencial en 2012, insiste que este caso no es una cuestión de Justicia. Es más por una cuestión humanitaria, y de costes. Jamie, de 38 años de edad, necesita ser sometida a un trasplante. El tratamiento de diálisis le cuesta al contribuyente 200.000 dólares anuales.

"Su condición médica representa un coste sustancial para el Estado", señala el gobernador al justificar el perdón. Ahí explica que a Gladys, de 36, solo se le suspenderá la sentencia con carácter indefinido y podrá abandonar la prisión si dona uno de sus riñones. Siempre fue la idea de la hermana. Derrick Jonhson, responsable de la NAACP en Misisipi, aplaudió la decisión.

Barbour niega que su perdón esté motivado en este caso por cuestiones políticas. Justo este mes, el Gobernador fue acusado de hacer unas declaraciones "insensibles" desde el punto de vista racial, durante una entrevista publicada por la revista con The Weekly Standard . Sus asesores insisten que Jamie necesita ese trasplante, y que pensar otra cosa es "cínico".

Los gobernadores suelen poner condiciones originales para liberar a los criminales antes de cumplir condena. Pero la de Barbour es la primera que envuelve la donación de un órgano. Decisión que está generando un intenso debate, tanto en el ámbito legal como ético. La compra venta de órganos está prohibida en EE UU, así como que estén forzados a donarlos.

Y al ser además un proceso voluntario, el donante siempre tiene el derecho en el último minuto de echarse para atrás. En este caso, los expertos en la materia ven que hay unas condiciones previas establecidas para incentivar la donación. Hay además una cuestión técnica sin resolver. ¿Qué pasará con Gladys si no lo puede donar? ¿volverá también en ese caso a la cárcel?

Jamie y Gladys son hermanas. Las dos cumplen condena perpetua en un centro penitenciario en Mississippi, por un robo a mano que tuvo un botín 11 dólares. El gobernador de ese Estado sureño acaba de perdonarles. Dice que ya no son una peligro para la sociedad. Pero hay una condición para su puesta en libertad: una debe donar un riñón que necesita la otra para sobrevivir.
Jamie y Gladys son hermanas. Las dos cumplen condena perpetua en un centro penitenciario en Mississippi, por un robo a mano que tuvo un botín 11 dólares. El gobernador de ese Estado sureño acaba de perdonarles. Dice que ya no son una peligro para la sociedad. Pero hay una condición para su puesta en libertad: una debe donar un riñón que necesita la otra para sobrevivir.EFE

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