Aprender a colaborar
Hace tiempo que intento explicar a quien me quiera escuchar que el mundo de la educación primaria, secundaria y superior está cambiando radicalmente ante nuestros ojos y que los protagonistas de estos cambios no son los gobiernos ni los responsables de instituciones educativas. Los protagonistas tienen entre 7 y 20 años.
Según datos del Pew Internet Center, durante el curso 2007- 2008 más de un millón de estudiantes de secundaria norteamericanos siguieron sus cursos por Internet, y lo más importante es que esta cifra representa un crecimiento del 47% respecto al curso anterior. Según el mismo estudio, el pasado curso, los estudiantes universitarios de Estados Unidos que optaron por seguir sus cursos online llegaron casi a los cuatro millones. Estas cifras explican la preocupación de la Secretaría de Educación del Gobierno de Obama por el tema y el encargo de un estudio sobre el impacto de las TIC en la educación. Las conclusiones son muy claras: entre el aprendizaje tradicional y el aprendizaje virtual, es más eficiente, tiene mejores resultados y despierta más interés en los estudiantes el virtual. Pero las opiniones más favorables y los mejores resultados los encontramos en un modelo híbrido, parte presencial, parte online.
Ocurre que los jóvenes, acostumbrados a vivir en un entorno digital no aceptan, ni en la universidad ni en su vida en general, la pasividad. Han crecido con Internet y son activos, colaboradores, interactivos y multitarea, y en entornos más maduros, como el norteamericano, abandonan las aulas, pero no los estudios. Buscan y encuentran modos alternativos de acceso al conocimiento organizando sus propias comunidades de aprendizaje. Un ejemplo. Si buscamos en YouTube a Walter Lewin, un astrofísico del MIT encontraremos múltiples vídeos de sus clases y veremos el aula casi vacía. En cambio, cada vídeo ha sido visto por unas 250.000 personas y las emisiones de sus cursos por Internet son seguidas por millones de estudiantes.
En España, el 60,5% de centros de primaria y secundaria todavía no disponen de un plan específico para la introducción de las TIC, sólo el 17,5% del profesorado las utiliza para mejorar sus clases mientras que el 84,7% del alumnado afirma que encuentra en Internet toda la información que necesita para estudiar. La situación en la universidad no es mejor. Nuestras investigaciones nos muestran que los profesores, sean de primaria, secundaria o superior tienden a utilizar Internet en todo caso para mantener los patrones tradicionales de la docencia, no para innovar o para transformar el modelo pedagógico.
Para mí está muy claro que el futuro de la educación pasa por la hibridación entre la enseñanza presencial y la virtual, y si queremos avanzar, las instituciones educativas tendremos que aprender algo que nos cuesta mucho: colaborar.
Imma Tubella es la rectora de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC)
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