El equilibrio entusiasta de Guillermo Vázquez Consuegra
Su estudio, con las paredes tapizadas de libros y salpicadas de atractivos objetos, pequeños trofeos de viajero, parece el de un escritor. Los clásicos y el jazz se alternan para acompañar las interminables horas que Guillermo Vázquez Consuegra (Sevilla, 1945) pasa en el quinto piso de la sevillana calle de Laraña, delante de una mesa en la que todavía mandan el papel y el lápiz, nada de ordenadores. Las máquinas quedan para sus colaboradores. A través de un amplio ventanal, el mismo que recorre todo el estudio en el que trabajan 25 arquitectos de una docena de países, se domina el arranque de la calle de la Cuna y la Campana, el corazón de la Sevilla comercial. Si hay algo que define el trabajo de este profesional, que en 2005 obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura por la ordenación del borde marítimo de Vigo, es el entusiasmo con el que aborda cada nuevo proyecto, el mismo con el que en 1980 se enfrentó a su primer encargo serio: la casa-estudio del pintor Rolando Campos en Mairena del Aljarafe (Sevilla).
"El proceso no es nunca lineal, avanza y retrocede sin pararse nunca. A veces es el lugar el que te da las claves para iniciar el proyecto y ésta es una de las características de mi arquitectura. No se trata de construir objetos ensimismados, aislados, que se depositan en cualquier ubicación; sino de enraizarse en el lugar en el que se va a construir", explica el arquitecto, que firma el Museo Nacional de Arqueología de Cartagena (Murcia) que se inauguró el pasado 26 de noviembre. "La forma no es el objetivo, es el resultado de un proceso. El edificio tiene que alcanzar un equilibrio entre todas las fuerzas que confluyen en el proyecto y a ese equilibrio es a lo que llamamos forma", desvela el creador, a quien siempre le ha interesado trabajar "con el espacio, con la sección; no con el envoltorio". Vázquez Consuegra, generoso y franco como maestro, está convencido de que "la arquitectura es mucho más que un desfile de imágenes espectaculares". "Es algo muy profundo, porque construye la memoria colectiva de una comunidad. Por lo tanto, no pueden ser imágenes efímeras, sino que tiene que poseer la tensión y la calidad espacial necesarias para que perdure". Además de participar en varios concursos, nacionales e internacionales, actualmente está terminando la segunda fase de la rehabilitación del palacio de San Telmo para la sede de la Presidencia del Gobierno andaluz y ampliando el Palacio de Congresos de Sevilla, en el que construye el que será el mayor auditorio de España, con 3.300 localidades.
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