El civismo de los 'blogueros'
UN CÓDIGO de conducta invitando a los blogueros a que hagan gala de ser más cívicos acaba de ser puesto a la consideración de la comunidad por dos gurús: Tim O'Reilly, padre del concepto web 2.0, y Jimmy Wales, fundador de Wikipedia. La idea surgió tras un ataque sexista y amenazas de muerte contra la tecnobloguera Kathy Sierra. No es extraño que se maltrate a las mujeres en la web; la propuesta de O'Reilly y Wales se inspira en un código concebido por la red de blogueras BlogHer.
Objeto de intensas discusiones, la propuesta consta de seis puntos. Los más obvios sugieren no hacerles caso a quienes buscan bronca; reaccionar cuando alguien está siendo atacado/a de manera injusta, y no decir nada en la Red que no se diría en persona. Los más problemáticos invitan a resolver conflictos en privado antes de hacerlo en público; no tolerar comentarios anónimos, y establecer la responsabilidad de los blogueros por los comentarios que dejan los demás. Al sugerir que los blogueros favorables al código pongan una estrella de sheriff con las palabras Civility enforced ('Se respeta el civismo'), O'Reilly centró el debate de una manera que invitaba a la crítica. No faltaron.
Al sugerir que los 'blogueros' pongan una estrella de 'sheriff' con las palabras 'Se respeta el civismo', Tim O'Reilly capitalizó las críticas
Los más polémicos invitan a resolver conflictos en privado; no tolerar comentarios anónimos, y fijar la responsabilidad del bloguero por los comentarios ajenos
Profesor de periodismo, especialista en nuevos medios y bloguero respetado, Jeff Jarvis argumentó en BuzzMachine.com que somos adultos. Más que un medio, la web es un lugar "y cuando me mudé de ciudad no enseñé una insignia en mi valla". Su comportamiento es cívico y si no fuera el caso, bastaría con aplicar las leyes. Nate Anderson recordó en ArsTecnica.com que la presión social estigmatizaría a quienes no lo adopten. En BlogHer, fuente de inspiración de O'Reilly, Marianne Richmond recordó que "no hay una única blogosfera. ¿Si tuviéramos algo como un código ético universal quién haría que se respetara y cómo?"
Las reacciones provocaron que O'Reilly revisara su postura tres días después de publicar el borrador de código de conducta. Reconoce haberse equivocado en cuanto a la estrella de sheriff. "No hay intención de crear un código único que todos los blogs tendrían que suscribir". También reconoce que el anonimato puede ser necesario en ciertas situaciones políticas, y para animar a los tímidos. Acepta que responsabilizar al bloguero por los comentarios de otros debilitaría su posición en determinadas circunstancias legales. Invita a no pretender que "no tenemos responsabilidad por el tono que permitimos en nuestro sitio".
"Más que un código de estándares, tal vez sea mejor un sistema de moderación integrado a las plataformas más importantes", escribió O'Reilly. Craigslist, eBay y hasta Slashdot tienen sistemas similares. O'Reilly es partidario de una mini aplicación (plug-in) que permite esconder los comentarios ofensivos mientras se puede "hacer clic para verlos" (click-t-see). No molestan y no son censurados.
En tres días O'Reilly alteró su propuesta inicial y mostró una real aptitud para tomar en cuenta argumentos serios, lo cual le permite reafirmar con mayor fuerza que "el civismo es importante". No parece haber previsto tantas reacciones adversas. Se dieron. Las tomó en cuenta y la blogosfera (que tal vez deberíamos llamar blogalaxia dada su diversidad) sale ganando al discutir de sus propias modalidades de funcionamiento.
El debate tiene relevancia para los medios tradicionales que publican blogs. Prisa.com no parece contemplar un código especial, explica Javier Moya, responsable de participación interactiva de Prisacom, ya que los blogueros forman parte de un medio "regido por su particular código de conducta. Esto no quita que permitamos en algunas bitácoras, de manera puntual, conductas más frescas y descaradas, como diarios personales que son".
"No tenemos un código al día de hoy, pero estamos considerando redactarlo", dice Marcelo Franco, editor jefe de Clarín.com. Sin embargo, cuando a los dos días de que O'Reilly formulara su propuesta inicial, el sitio lanzó una encuesta entre sus lectores sobre el tema, "participaron 5.000 personas y casi el 70% se manifestó en contra de su existencia".
O'REILLY: http://radar.oreilly.com/archives/2007/04/draft_bloggers_1.html
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